miércoles, marzo 31, 2004

Seguimos en el tema...

"Los críticos son como la muerte, tardan pero llegan", decía Juan Carlos Onetti (o Juan Carlos Petela, no recuerdo bien). Encuentro ésta esperanzadora nota de Charles Taylor, relacionada con el post anterior, en Salon. Se trata lisa y llanamente de una más que tardía revindicación de Showgirls, la película de Paul Verhoeven que desde su estreno en 1995 es considerada como una (si no "la peor") de las peores películas de todos los tiempos, y un chiste recurrente en las soap-operas cuando se quiere hablar de algo definitivamente malo. En la IMDB, los usarios le dan 3.7 puntos, que es como decir que es una pija.

Yo la vi un tiempo después de su estreno, cuando ya todo el mundo hablaba sobre lo horrible que era, y no entendí cual era el problema con la película que, más allá de que Elizabeth Berkley me resultó insoportable (hoy en día creo que no aprecié el acierto del casting al encontrar a una mina tan vulgar como la Berkley para el papel), me pareció interesante, jugada y original. El crítico de Salon se emociona y dice que es la mejor película de Verhoeven, tampoco la pavada, pero no tiene una diferencia de calidad notable con el resto de la obra del holandés que, además, no podría hacer una de las peores películas de la historia del cine (cómo se supone que es esta) ni aunque quisiera. He visto cientos de películas desde el 95 mucho peores a ésta que sin embargo no fueron tan castigadas. Strip Tease, por nombrar sólo a una película muy similar en temática, era sí una cagada irredimible, y la carrera de la Demi Moore no se fue a la mierda (como la de la Berkley) por su culpa. Shakespeare in love era muchísimo más fea y la llenaron de oscars.

En otro post me gustaría encargarme del trilladísimo tema sobre si las películas "malas" de culto son realmente malas, cosa que me parece una ridiculez porque desde Carne a Plan 9, siempre las películas que se nombran como "malas" son películas que tienen una estética personal y distintiva, es como decir que las Shaggs o los Godz son "malos". Es no querer hacer el más puto ejercicio de criterio y tener que poner una etiqueta como "Cine Z" para poder autorizarse a uno mismo a ver lo que quiere ver pero con una excusa irónica que no lo deje como un pelotudo.


(afiche perfecto)

Pero bueno, a lo que iba es que en el artículo Taylor explica el rechazo a Showgirls en términos del camp y de la incomprensión que produce en los yanquis de cultura media; también lo explica a partir del crudo lenguaje y el realismo con el que se trata al estrato white thrash que protagoniza la película. Son dos teorías atendibles y compartibles. Pero en mi opinión Taylor pasa dos cosas por alto, Showgirls es muy erótica, mucha carne por todos lados, pero muy poco estilizada. Es decir, da la impresión de que la carne es carne y que no son actores frotándose elegantemente sino gente garchando; el público yanqui, lobotomizado por la contraofensiva moral de la derecha cristiana (en el 95 ya había empezado desde hacía más de quince años) no estaba preparado para ver una película así de cruda. Es decir, había también motivos puritanos atrás de ese rechazo.

Pero también había otro gran motivo puritano y políticamente correcto en eso, y Taylor ni lo menciona lo cual prueba que hasta en un medio supuestamente "liberal" como Salon hay cosas que no se nombran. Tres años antes Verhoeven había producido un gran escándalo con Basic Instinct, aquella de Sharon Stone cruzándose las piernas, por haber tenido la loca idea -en pleno auge de lo que Naomi Klein denomina las "guerras de identidad"- de haber elegido, aunque fuera ambiguamente, a una bisexual como el personaje asesino (no "malo", porque la película, como todas las del holandés, es profundamente amoral). Esto no se podía hacer porque en aquel entonces, tal vez hoy también, se consideraba de que si se era gay o bisexual se era automáticamente una persona maravillosa y que cualquier representación de ficción que presentara un personaje así bajo una luz negativa era una obra que alimentaba el prejuicio y que había que repudiar.

Eso, además de varios piquetes de los grupos activistas gay más histéricos en las puertas de los cines donde daban Basic Instinct, produjo el que hubiera un monumental deseo a priori de que Verhoeven fracasara en cualquier cosa que hiciera después, especialmente si tenía una temática sexual. Ante una película inetersante pero irregular como Showgirls, sus enemigos se cebaron y crearon el mito de que era "la peor película de la historia" o algo así. Si uno ve la película no entiende por qué puede ser así, pero si compra el mito alimentado por intereses puntuales y puritanos, se pone en automático a repetir "ah, qué mala, qué horrible que es". No viejo, horribles son los críticos políticamente correctos y los yanquis pelotudos que no saben mirar cine, no ésta digna película.





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