lunes, junio 07, 2004

Mirando canciones (IX): We've Got a Bigger Problem Now

La muerte de Ronald Reagan me hizo recordar a uno de sus más encarnizados opositores (si se puede ser un auténtico opositor desde la humilde trinchera del punk-rock), el señor Eric Boucher, más conocido por su nombre de guerra, Jello Biafra. En los últimos meses me bajé la discografía entera de los Dead Kennedys y, para ser la música menos romántica del mundo, me conmovió tanto por motivos obvios de nostalgia como por el profundo idealismo humanista que se le nota a Biafra abajo del sarcasmo (si no, escuchen la casi ingenua “Chickenshit Conformism”). Pero la verdad es que Jello está un poco olvidado hoy en día, inclusive dentro de los circuitos del hardcore su figura es tal vez menos relevante e influyente que la ética de trabajo de Greg Ginn, los hábitos recreativos de Ian McKaye o inclusive los problemas digestivos de G. G. Allin. Pero en los ochentas el tipo era escuchado, y ocupaba un lugar que tal vez nadie ocupe hoy en día en la música rock-pop: el del disidente absoluto.

Mi primer contacto con Biafra y los DK’s fue de lo más casual y temprano: solíamos ir con mis compañeros de segundo de liceo al cine Intermezzo, dónde nos dejaban entrar a ver tremebundas películas de porno soft-core que nos dejaban más turbados que de costumbre. El criterio de selección del Intermezzo era amplio y extraño, por lo que entre películas de Sylvia Kristel, uno se veía algún Pasolini y algún Verhoeven, siempre y cuando tuviera tetas en algún momento, claro está. Solían programarse también películas de ese género semi-documental tan italiano que son las películas “mondo cane”, recopilaciones de filmaciones de costumbres horribles o de situaciones desgraciadas (un antecedente de las terribles “Faces of Death”). Una de ellas fue, presentada como una visión de la decadencia estadounidense, This is America 2 (Romano Vanderbes, 1979) película con una notable banda de sonido de los Dictators y que entre otras aberraciones americanas cubría la campaña para alcalde de San Francisco que hizo Jello Biafra, y lo mostraba haciendo ácidas declaraciones intercaladas con una actuación de los Dead Kennedys en la que aparecía el Jello, medio en pelotas, cantando “California Über Alles”, show que el director yuxtaponía con filmaciones de sinagogas y estrellas de David cada vez que Biafra entonaba lo de “California über alles”, lo cual prueba que no tenía la más puta idea de qué decía la letra. De alguna forma la canción me quedó tatuada en la mente, aunque no así el nombre de la banda.

Algunos años después, recién descubiertos los Pistols, los Clash y demás, un amigo consiguió un extraño video recopilatorio de bandas punk y new wave que hoy en día mataría por tener y que contenía actuaciones en vivo de los Cramps, de Wall of Voodoo, Pere Ubu, Gang of Four y a los Dead Kennedys tocando “Bleed for Me”, con Jello cantando con guantes de cirujano y la mayor cara de hijo de puta que haya visto en mi vida. A los dos días yo estaba en la disquería Rarities preguntando a ver si no tenían algo de los Dead Kennedys. Me vendieron el In God We Trust Inc., al que escuché dos veces a 33 rpm sin darme cuenta de que era un EP de 45 rpm (es un disco muy rápido, la verdad) y, bingo, ahí estaba aquella canción de la película, “California Über Alles”, sólo que bajo otro nombre. Ahora todo encajaba.



"I am Emperor Ronald Reagan / Born again with fascist cravings / Still, you made me President
Human rights will soon go 'way / I am now your Shah today / Now I command all of you / Now you're gonna pray in school / I'll make sure they're Christian too

California Über alles / California Über alles
Über alles California / Über alles California

Ku Klux Klan will control you / Still you think it's natural / Nigger knockin' for the master race / Still you wear the happy face
You closed your eyes, can't happen here / Alexander Haig is near / Vietnam won't come back you say / Join the army or you will pay

California Über alles / California Über alles
Über alles California / Über alles California

Welcome to 1984 / Are you ready for the Third World War? / You too will meet the secret police / They'll draft you and they'll jail your niece
You'll go quietly to boot camp / They'll shoot you dead, make you a man / Don't you worry, it's for a cause / Feeding global corporations' claws
Die on our brand new poison gas / El Salvador or Afganistán / Making money for President Reagan / And all the friends of President Reagan

California Über alles / California Über alles
Über alles California / Über alles California
"

We’ve Got a Bigger Problem Now” es una versión jazzeada y con la letra adaptada de “California Über Alles” (tema que vería aún una nueva letra gracias a la versión de Disponsable Heroes of Hipochrisy). Intercala versos tocados en forma swinguera con otros similares a los de la versión original pero tocados aún con más fuerza y rabia. Es una versión totalmente funcional a las ideas de Biafra, que probablemente estaba preocupado de que su canción más conocida fuera un ataque al tibiamente liberal Jerry Brown y que dejara sin referencia al californiano más famoso de aquel momento, el actor que acababa de ocupar la Casa Blanca. Líricamente es de una torpeza (“es muy rústico” diría el Bambino) notable, que llega al detalle encantador de rimar “Reagan” con “Reagan”, pero la política de Jello a nivel de letras siempre fue de “Fuck Art” y acusarlo de panfletario es no entender un sorete de lo que eran los Kennedys y ni siquiera entender por qué la banda se llamaba así. Posiblemente la banda tenga canciones más refinadas o más logradas que esta versión con partes de chiste performático (el talón de Aquiles de los Kennedys, o de Biafra para ser exacto, es el exceso de teatralización en el que solían caer), canciones como “Halloween”, “Your Emotions” o “Do the Slag”, pero “We’ve Got a Bigger Problem Now” tiene ese ir a los bifes de una que hoy en día es inimaginable. Sí, ya sé que Propagandhi o A Silver Mount Zion podrían mandarse una letra así, pero los Dead Kennedys era una banda mucho mayor (“mayor”, no “mejor”) que, como dije antes, ocupaba un lugar que ahora está vacío.

Y las cosas son así, Reagan ya va camino al infierno y Biafra sigue tan porfiado que hasta parece un chiste: peleándose en tribunales con sus ex compañeros de banda por no querer venderle “Holidays in Cambodia” a GAP; participando codo a codo con Noam Chomsky en cuanta actividad política seria se realice y haciendo mil y un discos hablados que no escucha nadie pero que es genial que existan. Un punk de cuarenta y seis años que tiene clarísimo el que ahora tienen un problema realmente grande y que para ser coherente e incorruptible alcanza con serlo. Jello Biafra talks the talk and walks the walk, nada más.





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