miércoles, junio 09, 2004
Señales de vida al tratar a un muerto
Esto es lo más cerca de ser justo (es decir: tratar de explicar lo maligno y peligroso que fue) que un medio grande norteamericano puede ser con Ronald Reagan. Y, fijense, no es poco y me pone contento; ojalá que muchos grandes medios rioplatenses, lugar donde Ronald Reagan es directo responsable de la muerte de mucha gente, se hubieran puesto los pantalones para decir lo mismo. Curiosamente la última frase es básicamente igual a algo que escribí en los comments del anterior post sobre Reagan.
Fijense en el notable detalle de cómo Tom Carson trata a la izquierda norteamericana. Hacía tiempo que no veía algo así escrito en algo mayor que el blog de Chomsky.
Y se acabó: no voy a hablar más sobre ese muerto ya hediondo desde mucho antes de su deceso. Viva la gloria de la bala de Hinckley, aunque no haya llegado a destino, viva la belleza de Jodie Foster por incitar a ese bello magnicidio ucrónico.
Fijense en el notable detalle de cómo Tom Carson trata a la izquierda norteamericana. Hacía tiempo que no veía algo así escrito en algo mayor que el blog de Chomsky.
Y se acabó: no voy a hablar más sobre ese muerto ya hediondo desde mucho antes de su deceso. Viva la gloria de la bala de Hinckley, aunque no haya llegado a destino, viva la belleza de Jodie Foster por incitar a ese bello magnicidio ucrónico.
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