viernes, junio 11, 2004

"We'll be fighting in the streets with our children at our feet..."

La discusión producida por el post de los DK en cuanto a la caretez del compromiso político de los Rage Against the Machine me deja pensando en que uno suele medir ese tipo de cosas más con la vara estética que la ideológica, y que se suele ser más tolerante con respecto a bandas que nos gustan (Rage parece no ser una banda querida por los visitantes de este blog). Pero digamos la verdad: ¿saben que dos bandas fueron increíblemente caretas en cuanto a usar la política revolucionaria como marketing (y al lado de ellas los RATM son una guerrilla nicaraguense)?: The Clash y MC5.

La política "de izquierda" de los Clash fue un invento total de su manager Bernard Rhodes, que les diseñó el discurso y la parafernalia estrella por estrella. Hasta su aparición Mick Jones era un tipo que lo único que sabía de la izquierda era que la púa la agarraba con la otra mano (era fan de Mott the Hoople, por dios). Rhodes tuvo suerte (al igual que McLaren tuvo suerte con Rotten) de que Joe Mellor (a.k.a. Strummer) sí era un tipo culto e inquieto que se puso a averiguar cosas sobre su papel de joven revolucionario de la CBS hasta que finalmente (y después de haberle pegado una patada en el culo a Rhodes) The Clash sí era una banda más o menos coherente con su prédica, pero dentro de los auténticos radicales los tipos eran vistos como unos poseurs: Mark Perry escribió en Sniffin' Glue que el punk había muerto el día que los Clash firmaron con CBS, los Mekons (auténticos activistas comunitarios) le respondieron a "White Riot" con el sarcástico "Never been in a riot". Si hubiera sido por Jones hubieran terminado abriéndole a Police (y lo dice un fan de Jones), terminaron abriéndole a los Who. Hubo gestos interesantes, pero las contradicciones de los Clash los siguieron hasta el final y fueron uno de los motivos de su separación.



Lo de MC5 fue mucho peor e inexcusable: su manager (otra vez) John Sinclair sí era un tipo muy politizado y pretendía convertirlos en el ala artística de los White Panthers; los MC5 lo único que querían era tomar montañas de drogas, cogerse montañas de pendejas y apilar montañas de marshalls para sonar como gigantes rugiendo, y para conseguirlo estaban dispuestos a vestirse de Pepino el payaso si era necesario. Sinclair más o menos les dijo qué decir, dónde tocar y cómo vivir, pero los testimonios de la época dicen que la comuna de Detroit de MC5 era una especie de templo del abuso machista y de lo más imbécil del rock'n'roll lifestyle. Los tipos se hacían los tira-molotov pero vivían a lo Zeppelin, sólo que con mucha menos guita. El punto cúlmine fue cuando fueron a tocar a Nueva York, dónde los estaban esperando los integrantes del grupo militante Motherfuckers; cuando vieron a los MC5 que se bajaban de una limousine y empezaban a firmar autógrafos casi los matan, literalmente, tuvieron que cancelar el concierto porque los Motherfuckers los estaban buscando con cuchillos. Después se dieron cuenta que el hacerse los revolucionarios no vendía muchos discos y le pegaron una patada en el culo a John Sinclair, aprovechando que el tipo había caído en cana por venderle faso a un narco, y durante el resto de la carrera de la banda no dijeron la palabra "revolution" ni para referirse a la velocidad a la que giran los discos. Y se disolvieron básicamente por no hacer guita.

(A esta lista de caretas pueden agregarse los Jefferson Airplane ("gotta revolution...", sí claro y "we built this city on rock'n'roll"), a los Who (de "We won't get fooled again" a vender "Bargain" para hacer publicidades), a los Ramones ("Bonzo goes to Bitburg"? ¿te parece, Johnny?), a todos los que participaron en aquella gira de Amnesty, y siguen las firmas...)

En este blog se ha privilegiado el análisis de todas las versiones conocidas de una magnífica canción de los MC5 y no se ha escrito sobre los Clash de pura casualidad, ya que posiblemente sea la banda que más me influenció en mi vida, hasta el punto de que la muerte de Strummer me dejó triste como si lo hubiera conocido. Además creo que una banda o una expresión artística es lo que parece, y que todo esto no quita el que MC5 y los Clash fueran bandas realmente revolucionarias. Pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.

Agrego una anédocta significativa que va a molestar a mvc: los Minutemen (sí, esta sí era una banda coherente) eran unos pibes no demasiado cultos a los que escuchar a los Sex Pistols les cambió la vida y se volvieron devotos absolutos de los ingleses. A finales de los setenta, cuando ellos vivían al estilo espartanamente punk de todas las bandas de SST tuvieron la oportunidad de abrirle a PIL, es decir, a su ídolo, lo que los tenía exitadísimos. Resultó que Lydon se portó como un pelotudo absoluto con ellos, no los vió, no los saludó, hizo que les cortaran el show... yo que sé, las cosas que hace un star paranoico y mala leche. Los Minutemen quedaron shockeados, pero no dejaron que esa mala impresión les quitara lo que ya era parte de su imaginario ideológico-estético. Así que en su próximo disco apareció la dedicatoria: "A Johnny Rotten, o al menos a la idea que teníamos de él".





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