martes, agosto 10, 2004
Irrito, nulo, disuelto
Qué pereza me da escribir este post, la pereza que me da tener que escribir sobre algo que no tengo interés en escribir ni necesidad de hacerlo, pero sí la obligación. Qué pereza...
Hace un par de días escuché a la dupla Escanlar-Alvarez hablando sobre una serie de insultos que les habían sido propinados desde la página de Indymedia, asunto al que di nula pelota. Al otro día me llega un mail felicitándome por lo que había escrito en Indymedia, lo cual me extrañó, ya que nunca en mi puta vida escribí para Indymedia. Yendo a la página entendí, ya que la misma reproducía en forma íntegra el post que yo había escrito sobre Álvarez & cía y sus opiniones sobre Whisky y Julio Herrera y Reissig. El post aparecía en la columna de "Noticias", en la que se recogen artículos de otras fuentes, y señalaba la fuente de la cual provenía, aunque sin aclarar si se trataba de un blog, un mural o un site porno, segual.
En la historia de este no siempre humilde blog, me han pedido varias veces para reproducir fragmentos o la totalidad de algunos posts, lo cual me ha hecho sentir honrado. Lo han hecho aún en casos de que dicha reproducción fuera a salir en un fanzine al que nunca tendré acceso y del que jamás hubiera escuchado hablar, pero los protocolos mínimos de educación siempre hicieron que se me consultara, y siempre he accedido, faltaría más.
Indymedia no me consultó en absoluto para publicar dicho post en un formato que, para cualquier lector no detallista de Internet, parecería ser parte de los artículos escritos para Indymedia específicamente, y tal vez sea la política de la página la recolección de notas sin chequear datos o autorizaciones con sus autores. Es algo que se hace bastante en Internet, con la diferencia de que, en lugar de publicar la nota en un nuevo contexto, lo que se hace es simplemente establecer un link con la página original, algo que es más fácil y que ayuda a leerla dentro de su contexto original, lo que permite ver las circunstancias de enunciación.
Este no fue, obviamente, el caso. El post fue reproducido con total fidelidad, fidelidad excesiva ya que reproducía también la addenda final que era de evidente comunicación privada y que no agregaba nada informativo a un post que de por sí no era precisamente informativo. Ahora bien, no tengo nada contra Indymedia, que en general me parece un medio original y de un cierto poder de comunicación alternativa activista, pero una cosa es un blog diletante y extremadamente subjetivo como Fuck you, Tiger, y otra cosa es una página como Indymedia. Un post subjetivo como el reproducido, que en mi blog es parte de un largo discurso y diálogo que mantengo con mi grupo de lectores y con mi propia cabeza, solo y aislado se convierte en una mera puteada carente de la menor legitimidad.
El agregarle un título como "Sobre Ignacio Alvarez, Gustavo Escanlar y la ignorancia" también me resulta incómodo, porque en definitiva el post era sobre Whisky y Herrera y Reissig. He escrito sobre noise japonés, poesía china, rituales satanistas, películas de terror, punks recalcitrantes, anécdotas curiosas, canciones folk y un montón de temas que me interesan y sobre los que tengo el descaro de escribir. Ninguno de esos temas le interesó a Indymedia; me molesta ser reducido a ser una fuente para putear a periodistas famosos, sean estos lo que sean. Me molesta sobre todo porque no me cuesta mucho adivinar otra discusión a la que le venía bien la referencia al culo de Escanlar, una paráfrasis de una famosa frase de Allen Ginsberg, perífrasis que a juzgar por los comments realizados en la página de Indymedia nadie entendió, sirviendo en cambio para hacer una serie de asombrosamente desagradables referencias homofóbicas y racistas. Me molesta porque, sinceramente, Indymedia nunca ha dado la más puta señal de interés en Whisky o en Julio Herrera y Reissig y, por más gramsciano que uno sea, lo que yo he escrito sobre estos penosos comunicadores tiene que ver esencialmente con asuntos culturales y no políticos, que es la temática por excelencia de Indymedia.
De última esto servirá exclusivamente para que yo abandone al dúo Escanlar-Alvarez como motivo de post (algo que ya me habían recomendado algunos atentos lectores), porque no me interesa participar en una discusión en la que no tengo el más puto control sobre el formato de lo que digo y su lugar de enunciación. Fuck you, Tiger nunca se trató de provocar y putear porque sí, cuando eso se dio siempre fue parte de un casi siempre controlado discurso que implicaba el diálogo con gente interesante y conocedora de los protocolos invisibles de la para-prensa de Internet. La relación de este blog con sus lectores siempre fue de intercambio y seducción entre sensibilidades más o menos afines, y de un diálogo mantenido dentro de mi potestad nunca ejercida hasta ahora de control de lo dicho en los comments. Me hago cargo de todas y cada una de las palabras que se hayan escrito en este blog, en ESTE blog, repito. En este blog no se habla de Escanlar-Alvarez, se habla de otra cosa, otra cosa que a veces tiene las caras de periodistas como ellos pero que generalmente tiene rostros más interesantes, y en el que las afirmaciones suelen ser más numerosas que los rechazos. Y no voy a hacer de piedra en la honda de nadie, no en una honda que no apunte yo.
Hace un par de días escuché a la dupla Escanlar-Alvarez hablando sobre una serie de insultos que les habían sido propinados desde la página de Indymedia, asunto al que di nula pelota. Al otro día me llega un mail felicitándome por lo que había escrito en Indymedia, lo cual me extrañó, ya que nunca en mi puta vida escribí para Indymedia. Yendo a la página entendí, ya que la misma reproducía en forma íntegra el post que yo había escrito sobre Álvarez & cía y sus opiniones sobre Whisky y Julio Herrera y Reissig. El post aparecía en la columna de "Noticias", en la que se recogen artículos de otras fuentes, y señalaba la fuente de la cual provenía, aunque sin aclarar si se trataba de un blog, un mural o un site porno, segual.
En la historia de este no siempre humilde blog, me han pedido varias veces para reproducir fragmentos o la totalidad de algunos posts, lo cual me ha hecho sentir honrado. Lo han hecho aún en casos de que dicha reproducción fuera a salir en un fanzine al que nunca tendré acceso y del que jamás hubiera escuchado hablar, pero los protocolos mínimos de educación siempre hicieron que se me consultara, y siempre he accedido, faltaría más.
Indymedia no me consultó en absoluto para publicar dicho post en un formato que, para cualquier lector no detallista de Internet, parecería ser parte de los artículos escritos para Indymedia específicamente, y tal vez sea la política de la página la recolección de notas sin chequear datos o autorizaciones con sus autores. Es algo que se hace bastante en Internet, con la diferencia de que, en lugar de publicar la nota en un nuevo contexto, lo que se hace es simplemente establecer un link con la página original, algo que es más fácil y que ayuda a leerla dentro de su contexto original, lo que permite ver las circunstancias de enunciación.
Este no fue, obviamente, el caso. El post fue reproducido con total fidelidad, fidelidad excesiva ya que reproducía también la addenda final que era de evidente comunicación privada y que no agregaba nada informativo a un post que de por sí no era precisamente informativo. Ahora bien, no tengo nada contra Indymedia, que en general me parece un medio original y de un cierto poder de comunicación alternativa activista, pero una cosa es un blog diletante y extremadamente subjetivo como Fuck you, Tiger, y otra cosa es una página como Indymedia. Un post subjetivo como el reproducido, que en mi blog es parte de un largo discurso y diálogo que mantengo con mi grupo de lectores y con mi propia cabeza, solo y aislado se convierte en una mera puteada carente de la menor legitimidad.
El agregarle un título como "Sobre Ignacio Alvarez, Gustavo Escanlar y la ignorancia" también me resulta incómodo, porque en definitiva el post era sobre Whisky y Herrera y Reissig. He escrito sobre noise japonés, poesía china, rituales satanistas, películas de terror, punks recalcitrantes, anécdotas curiosas, canciones folk y un montón de temas que me interesan y sobre los que tengo el descaro de escribir. Ninguno de esos temas le interesó a Indymedia; me molesta ser reducido a ser una fuente para putear a periodistas famosos, sean estos lo que sean. Me molesta sobre todo porque no me cuesta mucho adivinar otra discusión a la que le venía bien la referencia al culo de Escanlar, una paráfrasis de una famosa frase de Allen Ginsberg, perífrasis que a juzgar por los comments realizados en la página de Indymedia nadie entendió, sirviendo en cambio para hacer una serie de asombrosamente desagradables referencias homofóbicas y racistas. Me molesta porque, sinceramente, Indymedia nunca ha dado la más puta señal de interés en Whisky o en Julio Herrera y Reissig y, por más gramsciano que uno sea, lo que yo he escrito sobre estos penosos comunicadores tiene que ver esencialmente con asuntos culturales y no políticos, que es la temática por excelencia de Indymedia.
De última esto servirá exclusivamente para que yo abandone al dúo Escanlar-Alvarez como motivo de post (algo que ya me habían recomendado algunos atentos lectores), porque no me interesa participar en una discusión en la que no tengo el más puto control sobre el formato de lo que digo y su lugar de enunciación. Fuck you, Tiger nunca se trató de provocar y putear porque sí, cuando eso se dio siempre fue parte de un casi siempre controlado discurso que implicaba el diálogo con gente interesante y conocedora de los protocolos invisibles de la para-prensa de Internet. La relación de este blog con sus lectores siempre fue de intercambio y seducción entre sensibilidades más o menos afines, y de un diálogo mantenido dentro de mi potestad nunca ejercida hasta ahora de control de lo dicho en los comments. Me hago cargo de todas y cada una de las palabras que se hayan escrito en este blog, en ESTE blog, repito. En este blog no se habla de Escanlar-Alvarez, se habla de otra cosa, otra cosa que a veces tiene las caras de periodistas como ellos pero que generalmente tiene rostros más interesantes, y en el que las afirmaciones suelen ser más numerosas que los rechazos. Y no voy a hacer de piedra en la honda de nadie, no en una honda que no apunte yo.
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