miércoles, setiembre 08, 2004

Every picture tells a story

Hace unos días Fotolog levantó el servicio por medio día para reparar algunas cosas, haciéndome consciente de cuánto me había acostumbrado y cuánto echaba en falta una actividad que me parecía exclusivamente una forma de matar el tiempo mientras bajaba algo en la computadora: hacer flogging, o como se le quiera denominar.

Actividad fronteriza con el voyeurismo, le digo hacer flogging a esa actividad curiosa que consiste en ir de flog en flog a través de la columna de favoritos, interesado por la pequeña imagen de ejemplo, y terminar metido en flogs en los que no reconoce al autor, los comentaristas, el perfil y en ocasiones el idioma mismo. Es como meterse en la casa de alguien que dejó la puerta abierta.

Es raro lo de los flogs, cuando recién la gente empezaba a acostumbrarse a los blogs, aparece este nuevo formato que se ha extendido más rápido que el Sida en los ochentas.
Creo que esto parte de una coincidencia tecnológica afortunada: la disposición a gran escala de cámaras de fotos digitales y la aparición de un formato tan cómodo como el de fotolog para ponerlas en la web, lo cual es la famosa reunión del hambre y las ganas de comer. De alguna forma, mientras los blogs lentamente se orientan a dejar de ser un registro de la vida cotidiana del blogger para empezar a transformarse en una forma de para-periodismo, el flog, más narcisista y juguetón, se mueve mejor cuanto menos artístico y programático es. Es decir, cuando cumplen una función voyeurística de exhibición, no de partes pudendas (aparentemente estaría prohibido por las condiciones del contrato de Fotolog.), sino de recortes instantáneos de vidas, de momentos íntimos y de pantallazos de vidas y mundos. Inclusive la limitaciones del formato (prohibición de pornografía, límite de una foto subida por día) contiene al mismo en su forma más accesible e interesante, evitando que se convierta en una competencia agotadora de exhibicionismos. También me parece que es una forma, no sé si buena o mala pero novedosa de conocer gente, y cuando digo “conocer” no me refiero a establecer contacto sino a informarse, a saber cosas sobre personas. Y no las cosas del discurso, no lo que anotan debajo de la foto sino lo que ella misma dice, ya sea por lo que muestra como por su simple selección. Pocas cosas informan tanto –a veces involuntariamente- como una foto significativa. Es interesante. Y no es para todo el mundo, abrir mi archivo fotográfico al mundo sería la última cosa que yo haría, por ejemplo. Bueno, el hecho de que no tengo archivo fotográfico también ayuda. No esperen el Fototiger.

Pero teniendo en cuenta de que es un tema aún virgen de estudios –o relativamente virgen- me permito sí hacer una clasificación atorrante de los perfiles principales de flogs y agregar una pequeña y caprichosa lista de links de algunos de ellos, que tienen como punto en común el que son, de alguna forma, un buen registro online del under rockero montevideano, de arriba y abajo del escenario. Andy Warhol hubiera amado los flogs y su mundo de estrellas instantáneas, renovadas diariamente, brillando afuera de los aparatos de promoción… Una Factory virtual instantánea, digamos. Siempre me quejé de que la creativa generación under de principios de los noventa casi no había sido registrada en su juventud y belleza. Eso no va a pasar con esta generación que te saca una foto hasta cuando no tiene que hacerlo. Está bien; a este puto lugar le hacen falta estrellas domésticas.



Hagamos un breve bestiario de flogs de los que no doy ejemplos, cada uno sabrá en donde entra su espacio preferido de exhibición pública:

Arty: El dueño del flog es fotógrafo o se considera uno o está en vías de serlo. Como no tiene ganas de armar una página recurre a los servicios de Fotolog, donde la audiencia es amplia y el criterio blando. Suelen ser los mejores o los peores flogs, casi sin punto medio.

Ególatra: Este (o generalmente “esta”) flogger, se gusta, está en armonía con su aspecto y su vida, y por lo tanto mete una foto de sí misma/mismo todos los santos días. De vez en cuando aparece al lado de alguien, pero no se confundan: es flog tiene una sola estrella y ya saben quién es.

Ególatra Uncut: Es igual al anterior pero el/la flogger no discrimina ni intenta dejarse bien o salir bien; ya con que la persona aparezca parece ser motivo suficiente para que la foto suba a la web, aunque en ella la persona aparezca en la más inadecuada de las actitudes. “Honestidad brutal”, “Quiéranme como soy” o “No tengo idea de que esa foto no me conviene”, diganle como quieran. Hacen sentir algo incómodos a algunos visitantes.

Socialite: Este flogger retrata su escena y en particular su escena cercana, pero no necesariamente es él el centro de la misma, de hecho puede aparecer muy eventualmente o no aparecer en absoluto. Hay dos variantes: el Sabado Show (buscador de socialites, figuerettis y cualquiera que le llame la atención) y el Roberto Carlos (amigos, amigos de amigos y gente de la que le gustaría ser amigo).

Promocional: Podría ser una variante de los flogs egocéntricos, pero es específico de las otras actividades creativas de su autor. Son muy frecuentes los flogs promocionales de las bandas y músicos, ya que de alguna manera parecen también menos egocéntricos que las secciones de fotos de las páginas oficiales. Es decir, re-capturan el carácter civil de estos artistas. Algunos inclusive hacen sospechar que existen los retratados, existe el flog promocional y no existe la banda.

Fan: Simil del anterior pero no elaborado por integrantes de la banda o por el propio artista sino por un admirador que puede dividirse en a) allegado (tiene material más o menos íntimo y fotos exclusivas del o los retratados) b) groupie (tiene material público y en ocasiones conseguido por él mismo en recitales o eventos públicos y c) historiador (depende del escaneo o la recopilación de materiales de la web, frecuentemente el motivo de su interés ya no está en actividad).

Temático: Relacionado con el Fan Historiador, pero más amplio. No es una persona sino una concepción general la que lo atrapa y la que nos hace preguntarnos por qué joraca no hace una página y se deja de joder.

Testimonial: Parecido al anterior, pero produce el material fotográfico, que se vuelve el auténtico hilo temático del mismo. Puede meter desde una foto de un bache de la calle hasta un recital de Los Calzones o el registro de su viaje a Bariloche (o una foto sacada desde un bache de Los Calzones tocando en Bariloche). La vida es toda una maravilla interesante para el buenazo del flogger testimonial y él es su testigo.

Fetichista: Sería una variación del temático, pero de carácter más obsesivo y en ocasiones misterioso, e incluso puede esconderse un auténtico flogger arty debajo de una apariencia fetichista. El fetichista puede dedicar su flog a los pies, a los cuellos, a los sombreros, a los pantalones oxford, o a series de repeticiones. Nos deja con la sospecha de que es alguien medio degenerado que se toca mirando los más diversos objetos, pero también podría ser Auggie Wren.

Comediante: Es la alegría de las fiestas y de la flogsfera, el tipo pone cualquier imagen graciosa que se le cruce, o que se vuelva graciosa gracias a los comentarios o el contexto. Suele elegir de fondo los colores más chillones y jodidos que ofrece Fotolog y tiene tres desviaciones: a) el grosero (siempre poniendo a prueba los límites y la tolerancia de Fotolog), b) el arcano (su humor elude a los que no lo conocen o que no son iniciados, pero uno se queda con la sospecha de que el chiste puede ser bueno si se lo explican) y c) el pelotudo (un humorista clásico pero sin criterio como para entender que no tiene gracia, puede ser al mismo tiempo los dos anteriores). Generalmente cuando comenta en otros flogs uno tiene ganas de matarlo.

Telúrico: parecido al testimonial pero sin interés en los humanos, lo de este flogger son los paisajes y los lugares, registra sus viajes por un mundo en el que no existen las personas y consigue aburrir tanto como esas viejas tías que te agarraban y te obligaban a ver su colección de diapositivas de su viaje al Vaticano.

Anárquico: combina elementos de todos los flogger anteriores, le huye a los criterios y lo mismo te pone una foto de James Joyce o una de su hermano presa de una pertinaz diarrea o un dibujito de Richard Corben o su gato. Uno nunca sabe qué se va a encontrar en un blog anárquico, consecuentemente rara vez vuelve al mismo.

Weirdo: similar al anterior pero con elementos de flogger fetichista, solo que la obsesión del weirdo no es muy evidente y suele intercalarse con fotografías en apariencia ajenas a la serie. Da la impresión de que no quiere que su flog sea temático/fetichista, pero recurre con frecuencia a lo mismo. Da un poco de miedo a veces.

Freak: ni idea de lo que pretende, pero a diferencia del anárquico da la impresión de que el tipo se toma su trabajo de selección y producción, solo que el hilo se pierde y da la impresión de que el tipo tiene muchos intereses muy variados. Y serios problemas anímicos también.

Eso es lo que dicen las imágenes, a veces uno se queda con ganas de contexto e historia, pero bueno “but you’re so great you don´t have to speak / you’ve got the style it takes”.





<< Página Principal

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]