viernes, setiembre 17, 2004
La siempre cambiante cara de la novedad
Hablando del simpático diario El País, hace un par de días ocurrió el hecho insólito de que el gobierno, mediante el prosecretario de la Presidencia y presidente de la Junta Antidrogas, Dr. Leonardo Costa, desmintió categóricamente una información publicada en primera plana por este diario amigo. Obviamente el hecho fue festejado por el pingüino Fasano en la portada de La República, feliz de ver a sus archienemigos haciendo un papelón semejante. La noticia en sí era digna de The Onion, ocupaba seis columnas de la tapa de El País y rezaba que "El 68% de adictos compra droga a través de internet", agregando el inquietante dato de que "se utiliza a mujeres y menores para hacer las entregas a domicilio; dificultades para combatirlo".
Una de esas noticias que uno ve en una portada de un diario y dice “mirá vos, qué loco….”, y después, si al menos terminaste primaria, te parás y decís “me están jodiendo”. Y, si se es un obsesivo como quien esto suscribe, se puede llegar a hacer el esfuerzo de imaginarse como se llega a una tapa semejante. Esta es mi reconstrucción imaginaria de lo que debe haber sucedido para llegar a la tremebunda conclusión de que el 68% de los adictos uruguayos a las drogas las compran en Internet:
(tarde en la tarde, cerca del cierre de edición en las oficinas del diario El País)
Editor: ¡Cacho! ¡Cachoooooo…..!
(un delgado cronista de Sociedad levanta los ojos soñadores del lejano escote de la telefonista)
Cacho: ¿Siiii… que pasa?
Editor: ¡Cacho, se nos cayó la tapa….! ¡Revisamos la grabación y comprobamos que Tabaré había dicho “soy un tipo común…”, no “soy un comunista, tipo ná…”
Cacho: Pucha, ¿y ahora qué mandamos de tapa? ¿ningún tupa dijo nada medianamente ambigüo?
Editor: Nada, nada, nada… ni salieron a la calle hoy… es un feriado tupamaro… ¿Qué podemos meter en tapa? ¡Piense Cacho, piense….!
(Cacho pìensa un nanosegundo)
Cacho: ¡Pasta base…!
Editor: Sí, Cacho, pero…
Cacho: ¡Droga…! ¡Flagelo…! ¡Niños endrogados, flagelo, base de pasta, robos a viejas, flagelo, horror, soviets + cocaína…!
Editor: (serenándolo y secándole la baba de la comisura del labio) Cacho, metimos siete tapas en lo que va del mes sobre pasta base y las tres últimas no vendieron un carajo…
Cacho: ….
Editor: Si hubiera algo novedoso, un toque nuevo en el sinuoso periplo del flagelo…
Cacho: ¿Tabaré no fumará pasta base….? Perdón… divagaba, divagaba… soñaba, tal vez…
Editor: … algo que tenga punch, que le hable a nuestro público que tiene hijos desprotegidos ante el flagelo… piense Cacho, no sea turro…
Cacho: (en pose del pensador de Rodin pero vestido) Hijos…, tus hijos… mis hijos… ¿qué hacen mis hijos…? Brainstorm… brainstorm… Ya sé...!!! ¡Magic y pasta base…!!!
Editor: (silencio significativo)
Cacho: (murmurando) Conchisumadre…. hijos, hijos… ¿Masturbación y pasta base…? ¿R-Way y pasta base…?
Editor: (silencio cada vez más significativo)
Cacho: Hijos… hijos, hijos de puta… siempre colgados… siempre en el ciber… (una luz le atraviesa el rostro) Señor: Pasta base e Internet.
Editor: (una luz idéntica le ilumina la cara): Me… gusta… pero, ¿cómo…? ¿cómo relacionamos estos portentos…?
Cacho: (una vena se le inflama en la frente) La pasta base… la droga… se toma, no, se… compra… por…Internet!!!!
Editor: Cacho… (se abrazan) Cachito…
(aquí hay un breve interludio en el que Cacho y el Editor bailan por la redacción imitando sucesivamente a John Travolta en Pulp Fiction, a J.C. Calabró en Johnny Tolengo, a Kevin Bacon en Footloose, a un par de cosacos de una película rusa ignota y a unos jóvenes faunos en un corto erótico del cine mudo)
Editor: (volviendo a la realidad y mirando sobre el hombro de Cacho lo que este comienza a escribir en su PC) Decime Cacho…
Cacho: ¿Sí, master…?
Editor: ¿Cuánta droga se vende por Internet?
Cacho: (mirada en blanco) …. Er…. ¿cuánta tendría que venderse…?
Editor: ¿Mucha no…?
Cacho: (entusiasmado) ¡El 90%...!
Editor: ¿No será mucho Cacho…? Fíjese que hay villeros drogados que no tienen Internet…
Cacho: ¿El 80%...?
Editor: No sé... Cacho, mire que también venden en los liceos y en las escuelas…
Cacho: ¡70 %! ¡Y no bajemos más!
Editor: ¿Podría no ser un número tan redondo…? Digo, por la verosimilitez…
Cacho: Bueno… ¿68%...?
Editor: Me encanta… ¿a vos te encanta?
Cacho: A mí me encanta…
(El editor se despereza, da media vuelta y comienza a irse. De pronto se detiene, gira y hace una última pregunta)
Editor: Cacho… esto es medio inconfirmable, pero también es medio difícil de confirmar lo contrario, ¿no?
Cacho: (haciéndole una guiñada) Es Internet, jefe, Internet, ¿quién cuenta porotos en Internet?
Editor: (señalándolo con el índice mientras levanta el pulgar) You’re the man…
Cacho: (sonríe con satisfacción mientras teclea el adjetivo “preocupante” y la noche cae sobre Montevideo).
(telón)
Una de esas noticias que uno ve en una portada de un diario y dice “mirá vos, qué loco….”, y después, si al menos terminaste primaria, te parás y decís “me están jodiendo”. Y, si se es un obsesivo como quien esto suscribe, se puede llegar a hacer el esfuerzo de imaginarse como se llega a una tapa semejante. Esta es mi reconstrucción imaginaria de lo que debe haber sucedido para llegar a la tremebunda conclusión de que el 68% de los adictos uruguayos a las drogas las compran en Internet:
(tarde en la tarde, cerca del cierre de edición en las oficinas del diario El País)
Editor: ¡Cacho! ¡Cachoooooo…..!
(un delgado cronista de Sociedad levanta los ojos soñadores del lejano escote de la telefonista)
Cacho: ¿Siiii… que pasa?
Editor: ¡Cacho, se nos cayó la tapa….! ¡Revisamos la grabación y comprobamos que Tabaré había dicho “soy un tipo común…”, no “soy un comunista, tipo ná…”
Cacho: Pucha, ¿y ahora qué mandamos de tapa? ¿ningún tupa dijo nada medianamente ambigüo?
Editor: Nada, nada, nada… ni salieron a la calle hoy… es un feriado tupamaro… ¿Qué podemos meter en tapa? ¡Piense Cacho, piense….!
(Cacho pìensa un nanosegundo)
Cacho: ¡Pasta base…!
Editor: Sí, Cacho, pero…
Cacho: ¡Droga…! ¡Flagelo…! ¡Niños endrogados, flagelo, base de pasta, robos a viejas, flagelo, horror, soviets + cocaína…!
Editor: (serenándolo y secándole la baba de la comisura del labio) Cacho, metimos siete tapas en lo que va del mes sobre pasta base y las tres últimas no vendieron un carajo…
Cacho: ….
Editor: Si hubiera algo novedoso, un toque nuevo en el sinuoso periplo del flagelo…
Cacho: ¿Tabaré no fumará pasta base….? Perdón… divagaba, divagaba… soñaba, tal vez…
Editor: … algo que tenga punch, que le hable a nuestro público que tiene hijos desprotegidos ante el flagelo… piense Cacho, no sea turro…
Cacho: (en pose del pensador de Rodin pero vestido) Hijos…, tus hijos… mis hijos… ¿qué hacen mis hijos…? Brainstorm… brainstorm… Ya sé...!!! ¡Magic y pasta base…!!!
Editor: (silencio significativo)
Cacho: (murmurando) Conchisumadre…. hijos, hijos… ¿Masturbación y pasta base…? ¿R-Way y pasta base…?
Editor: (silencio cada vez más significativo)
Cacho: Hijos… hijos, hijos de puta… siempre colgados… siempre en el ciber… (una luz le atraviesa el rostro) Señor: Pasta base e Internet.
Editor: (una luz idéntica le ilumina la cara): Me… gusta… pero, ¿cómo…? ¿cómo relacionamos estos portentos…?
Cacho: (una vena se le inflama en la frente) La pasta base… la droga… se toma, no, se… compra… por…Internet!!!!
Editor: Cacho… (se abrazan) Cachito…
(aquí hay un breve interludio en el que Cacho y el Editor bailan por la redacción imitando sucesivamente a John Travolta en Pulp Fiction, a J.C. Calabró en Johnny Tolengo, a Kevin Bacon en Footloose, a un par de cosacos de una película rusa ignota y a unos jóvenes faunos en un corto erótico del cine mudo)
Editor: (volviendo a la realidad y mirando sobre el hombro de Cacho lo que este comienza a escribir en su PC) Decime Cacho…
Cacho: ¿Sí, master…?
Editor: ¿Cuánta droga se vende por Internet?
Cacho: (mirada en blanco) …. Er…. ¿cuánta tendría que venderse…?
Editor: ¿Mucha no…?
Cacho: (entusiasmado) ¡El 90%...!
Editor: ¿No será mucho Cacho…? Fíjese que hay villeros drogados que no tienen Internet…
Cacho: ¿El 80%...?
Editor: No sé... Cacho, mire que también venden en los liceos y en las escuelas…
Cacho: ¡70 %! ¡Y no bajemos más!
Editor: ¿Podría no ser un número tan redondo…? Digo, por la verosimilitez…
Cacho: Bueno… ¿68%...?
Editor: Me encanta… ¿a vos te encanta?
Cacho: A mí me encanta…
(El editor se despereza, da media vuelta y comienza a irse. De pronto se detiene, gira y hace una última pregunta)
Editor: Cacho… esto es medio inconfirmable, pero también es medio difícil de confirmar lo contrario, ¿no?
Cacho: (haciéndole una guiñada) Es Internet, jefe, Internet, ¿quién cuenta porotos en Internet?
Editor: (señalándolo con el índice mientras levanta el pulgar) You’re the man…
Cacho: (sonríe con satisfacción mientras teclea el adjetivo “preocupante” y la noche cae sobre Montevideo).
(telón)
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