martes, abril 05, 2005

Algunas breves impresiones cinematográficas

Estuve viendo televisión y yendo al cine, como todo el mundo, algunas cosas me llamaron la atención.

a) Durante los noventas me deslumbré con Gus Van Sant hasta que el tipo decidió empezar a hacer porquerías indefendibles como Good Will Hunting (1997) o Finding Forrester (2000) -que además de basura eran exactamente la misma película- o caprichos al pedo como la re-make de Psycho (1998). Cuando lo daba por perdido para siempre en el vientre de la bestia hizo Elephant (2003) y me reconcilié. Reconciliado veo en la tele, por enésima vez To Die For (1995), y me doy cuenta de que todo me parece magnífico, que la visión de la fealdad estadounidense es tan despiadada como la de Todd Solondz pero recubierta (apenas) de azúcar y que una película así, a pesar de no tener grandes despliegues de violencia y casi nada de sexo, posiblemente no se haría nunca en estos días tímidos y conservadores.

b) Bowfinger (1999) es una comedia perfecta que me hace reír aún viéndola por cuarta vez. Uno ve a Eddie Murphy en esa película, piensa en las demás que ha filmado y llega a la conclusión de que estuvieron tirando petróleo al mar. ¿Cómo se puede haber desaprovechado tanto a un tipo tan gracioso? Un misterio, pero acá el tipo garpa, y por dos.

c) 24 Hour Party People (2002): como muchos, estuve esperando mucho de esta película durante mucho tiempo. Unas horas antes de verla chequée la filmografía del director y descubrí que había odiado todas y cada una de las películas que había visto de él. Esta era un poco mejor, pero sin una gota de sangre cuando estaba contando la historia de una carnicería. Pero me gustó algo: me hizo recordar y darme cuenta de que los Happy Mondays me parecían una cagada cuando salieron en los noventa y me siguen pareciendo una cagada quince años después. Me encanta ser coherente en algo.

d) Siempre dije que la infame Working Girl (1988) era la película que definía mejor la ideología de los años ochentas. Después de ver nuevamente Back to the Future (1985) tengo que decir que la película de Zemeckis debe ser la que define mejor la estética de dichos años. Que notable darse cuenta ahora, con la perspectiva estética que dan veinte años de diferencia que no sólo las escenas ambientadas en el 85 tienen -deliberadamente, para marcar las diferencias temporales- todas las señales estéticas posibles de la década, sino que cuando Michael J. Fox viaja a fines de los 50, son unos años 50 totalmente eighties. Son exactamente la parte de los 50 que era cool en los 80, y de hecho si se elimina la anécdota principal, los escenarios son tan intercambiables que hacen innecesario el viaje en el tiempo. Y hablando de eliminaciones, me gustaría eliminar al que hizo desaparecer por motivos que escapan a mi comprensión la mejor escena de la película, aquella en la que Calvin, el personaje de Fox. "inventa" el rock'n'roll. El corte debe haber sido premeditado largamente, porque cuando termina de tocar con la banda el tema en el que su padre y su madre se enamoran, Calvin está abandonando el escenario cuando uno de los de la banda lo invita a hacer un bis, ahí toca "Johnny B Goode". En la versión que vi en televisión el otro día, Calvin es invitado a tocar un bis y dice "no, no tengo tiempo". A la fresca, si eso no es miedo al rock no sé que es....

Aunque seguramente haya sido para acortarla un poco y meter un aviso, lo cual me trae al caso para hacer otra observación: Back to the Future tiene tantos chivos que parece una película de Adrián Suar, pero colocados en forma tan habilidosa que cuando la vi por primera vez en mi tierna adolescencia -es decir, cuando era el público ideal de la película- no lo advertí en absoluto. Qué cosa fea es descubir la marca de la bestia donde no la había visto.
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