martes, octubre 04, 2005

Addenda al post anterior: final feliz


"Será cabrito!".

(comment dejado en un foro sobre K.V.)

Alertado en los comments anteriores de que había salido recién un nuevo disco de Kiko Veneno, me lo bajé para ver que está haciendo después de tanta protesta.

Y valió la pena, porque El hombre invisible es el disco más sanguíneo y vital de Veneno en diez años. Si en sus últimos discos sonaba algo falto de foco y entusiasmo, ahora rejuvenecido por el cambio de compañía el tipo se manda un disco enérgico hasta por demás (por momentos parece estar buscando el flamenco-indie).

Algo desparejo como casi toda su obra, en el disco hay varias guiñadas a sus problemas contractuales como la breve 'Liberación' o el tema que le da nombre al disco, que alude en forma bastante transparente al ninguneo sufrido. Da la impresión de que el hombre, haciendo un poco de aikido mediático, ha convertido a su difícil divorcio de RCA-BMG en una herramienta publicitaria, lo cual no está mal.

Hay alguna cosa tremebunda como los excesos de rock mencionados arriba (sí, ya sé que es raro que sea yo el que lo critique por esto), alguna modernidad exagerada que hace recordar a sus más bien penosos discos de la época de la movida y participaciones dudosas como la del cabrón dubitativo de Jarabe de Palo o el ubicuo Jorge Drexler, que gracias a su tímidez aún no encontré qué carajo hace en este disco pero supongo que no debe ser nada bueno. Pero lo que hay son unas cuantas buenas canciones, en las que hace cosas tan peligrosas para el buen gusto como citar al Lennon de 'Baby you're a rich man' ('Hoy no') o desbocarse en un estribillo distorsionado con una rara progresión de semitonos ('El hombre invisible'). Pero lo mejor, por supuesto, son las muestras clásicas de esas canciones domésticas, de engañosa simplicidad, que consisten el verdadero núcleo de su trabajo. Canciones como 'Nos estamos mudando', 'No cuesta dinero' o la excelente 'Belonguis', título misterioso de una canción de la que no puedo evitar reproducir su estribillo, que es Veneno puro:

Solo te pido por favor, llévatelo todo
no me dejes tus personal bilonguis
y recibos de compasión
No me metas en la maleta trocitos de corazón
ni alitas de cucaracha seca
en los bolsillos del pantalón

Se lo ve joven al Kiko a los 53. De cualquier forma vale la pena advertir que no es un disco tan rotundo como Echate un cantecito, ni mucho menos como el inigualable Está muy bien eso del cariño, pero vale aunque no tenga algo como 'La casa cuartel'. Al fin y al cabo casi ningún disco tiene algo que te erice como aquella canción.





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