lunes, junio 28, 2004

Mirando canciones (X): New Birds

En algún momento de 1998 Aidan Moffet, vocalista (no cantante) de Arab Strap, era el mejor letrista del mundo -y tal vez el mejor escritor-, pero nadie sabía que carajo hacer con Aidan Moffet y Arab Strap. Todas las personas que se habían acercado a Philophobia, su segundo disco, lo habían hecho con la expectativa lógica de encontrarse con una variación de Belle & Sebastian, grupo con el que compartían sello y procedencia (Escocia) y que los había homenajeado desde el título de su tercer disco, The Boy With the Arab Strap. Pero Philophobia, a pesar de su ambiguo título ("Amor-odio") no ofrecía la ambigua melancolía agridulce envuelta en melodías casi barrocas de Murdoch y los suyos sino un volcán de una emotividad paranoica y exhibicionismo sexual/emocional que narraba su historia tranquilamente sobre un fondo minimalista. Nadie esperaría que un disco de Belle & Sebastian arrancara con la frase "It was the biggest cock you'd ever seen, but you've no idea where that cock has
been
", pero tal vez nadie esperaría que ningún disco empezara con una frase similar.

Philophobia era un monstruo disfrazado de gatito y un gatito disfrazado de monstruo, si uno no escarbaba en la dicción escocesa-beoda de Moffet y el librillo de letras podía quedarse con la impresión de que las elegantes bases musicales Malcom Middleton encerraban alguna poesía ingeniosa heredera de Laurie Anderson o de David Byrne. Si uno empezaba por el librillo de letras solo podía esperar un infierno de noise neurótico. Pero después de un par de oídas uno se encontraba con una comunión de música y textos perfectamente balanceada.

"New Birds" es el tema central de Philophobia, un disco que tiene a la infidelidad sexual casi como tema excluyente. Al principio puede no notarse el lugar preponderante del tema en el disco ya que es el de melodía más sutil y el que contiene menos elementos sexualmente explícitos en la letra, que reproduzco a continuación:



You just have to be sure you're doing the right thing. I mean it's very easy to forget - she's was just sitting there in the pub with her new friends and her new life and her new hair and it might been five years but you'd know just to look at her. I wasn't even sure it was her at first, I was ready to walk away but she smiled and called me over and we said hello for a bit. When we went back to our tables we were tried not to look over at each other and told our friends to stop staring. I didn't see her for the rest of the night, but by closing time the beer's kicked in so I go up and speak to her and we end up going for a walk and talking about our new homes, our new jobs, our new friends and our new birds.

She says she's been going out with him now for about two and a half years, but they don't live together so he'd never find out. And you think about chasing her about school when you were wee and lying in your bed and listening to love songs and pretending they were about you. And the first time you asked her out she said no but one night you went to a wedding and when you came back to the pub she'd changed her mind and you went out. You remember the way she swung her arms when she held your hand but you can't remember how she kissed and now you've got the chance to find out. But you have to remember there's this other kiss. And she's sitting at home, wondering where you are and what you're doing. And you work hard on this kiss and you know it inside out, it's as much yours as it is hers, and it took a long time to get right, it took months of practice and months of embarassment but now you've got it perfected and you've been looking forward to that kiss all week.

You can see her breath in the air between your faces as you stand in the leaves and she just asks you straight out if you want to come and stay at her flat. But you make sure you get separate taxis and you go home and there might be a slight regret and maybe you'll wonder what you missed but you have to remember the kiss that you worked so hard on - and you'll know you've done the right thing.


Reproduzco esta larga letra no para analizar ningún verso en particular, en realidad es como un cuento condensado en el que ninguna de sus partes, que conservan una estricta métrica -algo no evidente en el murmullo casual de Moffet-, tiene particular brillo fuera de su contexto. Es decir, se puede leer perfectamente como un cuento, y funciona. Sin embargo escuchar la magnífica línea de bajo melódico (no costaría imaginarse a Fernando Saunders tocándolo) sobre la que se estructura le otorga una dimensión extra intransmisible que estalla en un extraño romanticismo al cambiar de acorde cuando Moffet canta/dice sin modificar el tono "our new friends, our new birds". La versión en vivo de Mad for Sadness, sustituye la línea de bajo por una idéntica de guitarra que le da más fuerza y ansiedad pero reduce la lánguida nostalgia del tema, una correspondencia sonora exacta con esa extraña añoranza del pasado inmediato de la que habla su letra.

"New Birds" se destaca no sólo por ser el tema más largo, en texto y música, del disco sino por ser también el único que invierte la polaridad de la infidelidad, que como dije es el tema recurrente en el mismo, y en lugar de describir casi pornográficamente la ansiedad y paranoia que produce, abre un espacio para su conflictiva belleza y para la esperanza culposa. Para la profunda humanidad del error y la duda, para la seguridad de la duda y la razón del error. Nunca pudieron superar este disco ni esta canción.

Algo me queda sonando mientras la escucho por enésima vez y no puedo definir a qué me remite, más allá de las experiencias personales que pueden empatizarse simplemente con su incómoda pero en definitiva común anécdota. Cuando me estoy por dar por vencido con respecto a cual es la canción que "New Birds" me recuerda me doy cuenta de que no es una canción, sino un cuento que dice exactamente lo mismo sin tener absolutamente nada que ver: La dama del perrito de Anton Chejov, al fin y al cabo ambos hablan sobre la tentación irresistible de vivir más de una vida. No, qué va a ser fácil de describir, o de vivir.

Qué jugador... de mierda

Siempre me declaré incompetente para terciar en la polémica de "quién es el Rey" entre Pelé y Maradona por motivos obvios de edad. A pesar de haber visto grabaciones de algunas jugadas soberbias del brasileño, mi tendencia siempre fue a privilegiar a aquel petiso gordo que fue capaz de quebrar mi terco anti-argentinismo futbolístico y hacerme sentir el rey de los pelotudos cuando, siendo un pendejo soberbio, me la pasé boquillando que en el Mundial 86 se iba a ver la "mentira Maradona". Benito y Nostradamus, un sólo corazón.

Pero no es sobre mi imbecilidad de la que quería hablar sino de otra más notoria. Leo en Veintitrés que en una entrevista con el Jornal do Brasil, Pelé pierde la brújula y le da al ego como si fuera Catupecu Machu en la fiesta nacional de la cocaína. En dicha entrevista, el ex ministro y ex paquito dice muy suelto de cuerpo: "No tengo dudas de que fui más popular que los Beatles y todos ellos (Rolling Stones, Che Guevara y Martin Luther King)". Pero no contento con semejante exabrupto el tipo lo empeora explicándolo y diciendo que la diferencia estaba en que él había dejado una imagen positiva mientras que el "Che Guevara y Luther King tenían imágenes vinculadas a la política y los Beatles y los Rolling Stones, infelizmente, se involucraron en drogas".

Ojalá te agarre el Diegote, en pleno ataque castro-mao-piquetero y duro como rulo de estatua, y te rompa el culo a patadas. Con la zurda, claro.

domingo, junio 27, 2004

Qué jugador... (2)

Ya que estamos,hagamos dos inesperados elegios a la derecha por el precio de uno.

Tal vez Bill Clinton haya sido tan nefasto para el mundo como la dinastía Bush, en el sentido de que tal vez haya sido aún más efectivo en la difusión y la hegemonía del salvaje capitalismo actual, pero el tipo ha sido -después de Carter- de lo más próximo a un ser humano que haya habido en la Casa Blanca, y, ayudado por el contraste con la bestia de Texas, el hombre conserva un gran carisma y sentido del humor.

Una pequeña muestra es esta frase sustraída de una de sus numerosísimas declaraciones actuales -ya que el viejo cigarrero tiene pocas ganas de irse al mazo, como es tradición en los ex presidentes yanquis-: "El fiscal Starr gastó sesenta millones de dólares en probar que yo era un pecador. Yo se lo hubiese dicho gratis".

Es mentira (el que se lo hubiera dicho gratis), pero como dicen sus seguidores, las mentiras de Bill no matan gente.

Qué jugador... (1)

Voy a hacer algo inédito en la historia de este blog: elogiar una característica, o un gesto, de alguien de la derecha. Hay que reconocer que Lacalle tiene una disciplina de lenguaje asombroso; no solo se bancó el que (con motivos muy justificados) Ramírez lo enchastrara como corrupto en las anteriores internas blancas sin despeinarse el jopo, sino que su jopo permaneció enhiesto en una nueva derrota.

Hoy, valupuleado por Larrañaga, quebrado y casi negado de saludos, se la bancó con similar elegancia y sin apartarse medio renglón de su discurso de "unidad", a pesar de que Larrañaga le prestó la misma atención que le prestaría a un insecto que le trepara la cola de su caballo blanco. Igual el discurso de Lacalle, apenas interrumpido por un blanco (mental) fue de esos ejemplos de retórica perfecta que suele exhibir el bribón. No me aleccionen con lo que hay atrás y con lo que el tipo hizo porque ya lo sé, y me alegra su derrota (aunque por lógicos motivos leninistas no me parece una buena noticia), pero igual me remito a reconocer un gesto de anacrónica elegancia en un vencido.

sábado, junio 26, 2004

Dos años de una foto

Página 12 ilustra su portada de hoy (26/06/04) con la terrible imagen de Darío Santillán muerto, desangrado con las piernas en alto y los brazos abiertos en la religiosa postura que ha convertido ésta fotografía desoladora en un ícono de la resistencia contemporánea.

Me sorprendo conmoviéndome ante la imagen casi con la misma intensidad que cuando me enteré de los pormenores de la represión del Puente Pueyrredón hace dos años. No voy a entrar en detalles sobre los mismos; los visitantes argentinos tienen más que claro lo que pasó, a los visitantes no-argentinos posiblemente les importe un pomo y si no es así vayan y averiguen, que para eso tienen Internet.



Lo que pensaba, y pienso, es que Darío Santillán fue el único que se quedó a ayudar al ya agónico Maximiliano Kosteki -que no era su amigo, era sólo otro piquetero- cuando los demás huían en una fuga absolutamente razonable ya que era evidente que la policía estaba tirando a dar y usando balas de plomo. Es decir, hicieron lo lógico, lo que hubiera hecho yo y lo que hubieras hecho vos. Darío Santillán no, se quedó para ver si podía hacer algo por el otro tipo, o al menos para que no se muriera sólo rodeado de uniformes azules, y por ese gesto de valor asombroso lo mataron como a un perro, dejando que se desangrara apoyado en un pilar.

El policía que mató a Santillán hizo un disparo afortunado, fácil pero afortunado, con el que mató a alguien evidentemente excepcional, a alguien de los que hay uno, tal vez dos, cada mil. Si hubieran podido le hubieran dado una medalla enorme por haber arponeado a tan peligrosa ballena blanca. Uno está acostumbrado al frío distanciamiento del bronce y mármol de los grandes héroes, de las personas que en algún momento -y siempre mediados por la opinión de quienes decidieron subirlos a esos pedestales- trascendieron la materia común y se convirtieron en otra cosa. Pero esta "otra cosa" de Santillán, sin mármol, sin bandera flameando, sin carabina a la espalda y sable en mano, es otra cosa que vemos en vivo y en directo, y que nos obliga a escarbar en el lenguaje para encontrar palabras que les correspondan, que les hagan justicia. Pero no las hay, porque no estamos acostumbrados a ver el heroísmo y el martirio en la televisión, la televisión está hecha para mostrarnos la miseria y la cobardía, así que no entendemos por qué se queda ese peludo cuando vienen a los tiros, por qué se cae, por qué se muere. Y no entendemos porque estamos acostumbrados a lo pequeño, a los pequeños sacrificios, los pequeños valores que son tan pequeños que no los vemos y que sólo podemos creerlos mediante actos de fe, porque todo es tan ambiguo, porque yo hago lo que puedo, che, y yo, yo, yo, yo, yo, yo, yo sólo estoy haciendo mi trabajo, no me rompas los huevos.

La horrible ejecución de Darío Santillán fue al mismo tiempo un momento privilegiado en la historia de los medios, no el único pero ciertamente algo tan raro, tan real, tan unívoco, que si no se saca nada de eso es que estamos realmente jodidos y realmente muertos. No con los brazos en cruz sino con el culo para arriba.

Y, entre tanto obituario de artistas pasados, viejos y agotados, nunca viene de más recordar que Santillán nunca grabó un disco, nunca editó un libro y posiblemente nunca haya dicho nada que puedas anotar entre comillas en tu cuaderno de adolescente retardado. Pero también recordar que a Santillán no lo mató el spleen, no lo mataron las drogas, no lo mató un fan enloquecido, no lo mató un flagelo generacional, no lo mató la velocidad. Lo mataron ellos, como a Kosteki, como a Morroni, cómo al próximo guacho joven al que maten para explicarlo después.

jueves, junio 24, 2004

Bebedores orientales

En uno de los comments del post sobre los irlandeses, chica vudú hace uso de un principio budista para cuestionar mi supuesta apología de las bebidas alcohólicas. Sin meterme en el tema de debate y reflexión propuesto -supongo que imaginarán mi posición (horizontal, y con hielo en el mate)- me quedo pensando en la errónea concepción que se tiene en occidente acerca de ver a los orientales (tanto de lejano como de medio) como criaturas filosóficas mucho más próximas al ascetismo que los occidentales. Dejando de lado a esas bestias sedientas que son los irlandeses, los finlandeses y los bloggers, en general no es así, tal y como puede haber confirmado cualquier persona que haya observado el comportamiento de un grupo de turistas orientales en una noche de sábado. El cristianismo ha hecho del vino una bebida sacramental, pero ha combatido el hedonismo y el éxtasis en todas sus formas con el fervor de cruzados. Mientras tanto las culturas orientales han sido más tolerantes con los espacios de placer, al menos hasta que el fundamentalismo islámico se centrara en algunos aspectos puntuales de El Corán que prohiben la ingesta de alcoholes (lo que lleva a los nobles musulmanes a fumar hash como chimeneas). Pero en el lejano oriente ni siquiera ese tipo de prohibiciones religiosas existen, por lo cual los pueblos del este beben, y cómo.

De hecho los dos mayores bardos del alcohol no son occidentales. Sí, me puedan pelar a un montón de líricos bebedores occidentales que van desde los religiosos goliardos que compusieron el Carmina Burana ("In Taberna quando sumus non curamus quid sit humus" o "Cuando estamos en la taberna / no pensamos en cuando seamos polvo") hasta Malcom Lowry, a quien su médico mexicano recetaba tequila para que al menos dejara de tomar mezcal, pero nadie (si descontamos al bueno de François Villon, suerte de McGowan medioeval) ha elevado la exaltación del alcohol al grado de las figuras improbables de Omar Khayam (o Khayyam), astrólogo sufi del siglo XI, y Li Po (o Li Taibo), poeta cortesano de la Dinastía Tang (siglo VIII) que Ezra Pound tradujo y difundió para alegría del Oeste.

Supongo que muchos de ustedes los conocen y estan puteando mi obviedad, pero yo, siempre didáctico cuando se trata de esparcir el credo tabernario ("derramar el vino", podríamos decirle), me permito reproducir algunos pequeños textos que funcionan como buen ejemplo de la lírica beoda de estos sabios orientales y que pueden orientar al joven dipsómano hacia su más que disfrutable lectura.

Los primeros son del Rubaiyat (aquí hay una versión completa en español) de Khayam, libro clásico que obviamente es mucho más que una simple recopilación de versos a la ebriedad. Es un texto canónico, equivalente a, no sé, un Cantar de los Cantares más secular, pero que por motivos fáciles de imaginar no es precisamente promocionado en el mundo islámico.



44

El vino es color de rosa. Quizás no sea la sangre de la vid, sino la sangre de las rosas. Tal vez la copa en que bebes no sino azur congelado. Quizás la noche no es sino el párpado del día.

45

¡Todos los reinos de la tierra por un vaso de vino! ¡Toda la ciencia de los hombres por la fragancia del mosto fermentado! ¡Todas las canciones de amor por el grato murmullo del vino que llena nuestras copas!

48

Los hombres leen alguna vez el Corán, que es la sabiduría suprema, ¿más quién se deleita con sus enseñanzas? En el borde de cada copa hay una máxima profunda que todos debemos saborear.

55

Bebo vino como las raíces del saúz la clara linfa del torrente. "No hay más Dios que Alá -dices- sólo Él lo sabe todo". Entonces, al crearme, no ignoraba que tendría que beber. Si no lo hiciera así, fallaría la sabiduría de Alá.

56

Escondo mi tristeza, como los pájaros heridos que se ocultan para dormir. ¡Vino! Escuchad mis bromas. ¡Vino, música, y tu indiferencia para mi tristeza, amada mía!




De Li Po transcribo el poema "El Vino", de la traducción que Roberto Donoso hace de la versión en inglés de Arthur Waley, presente junto a otras maravillas en el librillo Los Poetas de la Dinastía Tang (selección) de la Biblioteca Básica Universal, que pueden encontrar por todo Tristán Narvaja al precio de un chicle.

Si al cielo no le gustase el vino,
no habría en el cielo estrellas que lo evocan.
Si a la tierra no le gustase el vino,
no habría en la tierra fuentes que guardan su sabor.
Puesto que al cielo y a la tierra les gusta el vino,
amarlo no debe avergonzarnos.
Se dice que el candor iguala a la sabiduría,
se dice que son iguales el sabio y el rústico.
¿Para qué buscar entonces a los espíritus inmortales?
Después de tres copas descubrimos la virtud total,
después de un litro, retornamos a la amable naturaleza
Más ¡ay!, la perfección que alcanzamos ebrios,
desaparece a nuestro despertar.


Y este es el fin del tercer boletín de la cruzada Bloomsday (o Doomsday). El titular del blog niega rotundamente las versiones existentes de que el site estuviera siendo auspiciado silenciosamente por una bodega extranjera y un pub local (los bastardos no aceptaron el canje).

miércoles, junio 23, 2004

Otra noticia que no significa nada

Parece que Lollapalooza se suspendió este año a causa de las bajas ventas anticipadas, plaga que viene asolando a todos los músicos norteamericanos -que siguen sin entender que la gente no tiene interés en ver cosas sin interés ni pasión, pagando además lo que salen las entradas allá-, pero lo curioso es que el programa de este año parecía interesante, ya que estaba Sonic Youth, Morrisey, Modest Mouse, String Cheese Incident... Bueno, es otro siglo.

Lo preocupante es que el año pasado Lollapalooza fue un éxito, y sus headliners eran Jane's Addiction, The Donnas y... Audioslave, que por las crónicas se robaron el show. Está bien, que se los garchen a todos y que les vuelen hasta el Monte Rushmore.

En los primeros 90's me interesaba, lógicamente, Lollapalooza, que tuvo un par de ediciones interesantes. En Brasil me compré una remera de Lollapalooza '93 que debe haber sido la remera más linda que tuve en mi vida y que, consecuentemente, usé hasta que literalmente se desintegró.

Dos contactos

Sigmur encuentra este autoreportaje que se hace Leo Maslíah y me lo manda, supongo que admirado. A pesar de que Maslíah es un músico "cómico" y que el recurso del autorreportaje es un recurso "cómico", hay que ver la seriedad de lo que trata, y la lucidez del tipo. Me gustaría ver a "oído-absoluto-toco-desde-que-era-un-feto-mozart-maradona-y-yo" García articular la mitad de los pensamientos de este músico asombroso al que casi nadie se toma en serio porque es "cómico". Sólo un momento gracioso en el autorreportaje, referido a la teoría musical actual; en un momento Maslíah hace una pregunta sobre la vanguardia y Maslíah se contesta, lacónico e impertinente: "la vanguardia de qué".

Vero, mujer de memoria anglosajona, responde al pedido que le hice algunos post más abajo y me envía la bienaventuranza irlandesa que inspiró al "May the road rise with you" de John Lydon. A pesar de ser un blessing irlandés, extrañamente no hay ninguna referencia alcohólica en la misma, pero es tan sencilla y hermosa que vale la pena transcribirla:

"May the road rise to meet you.
May the wind be always at your back
May the sun shine warm upon your face
The rains fall soft upon your fields

And until we meet again
May God hold you
In the palm of his hand
."

lunes, junio 21, 2004

Diablo no corpo!!!

Como de costumbre dejo la tele prendida mientras pelotudeo por Internet y también como de costumbre termino escuchando las emisiones de trasnoche de las iglesias evangélicas, sorprendiéndome por enésima vez de que una de ellas se llame “Congreso empresarial” y escucho también, leídas por una voz de inclaudicable acento brasileño, por enésima vez las diez señales que indican que uno está poseído por espíritus malignos. Sintiéndome ligeramente endemoniado las anoto para realizarme un pequeño auto-exámen en busca de presencias no deseadas haciendo de okupas en mi psiquis. Las diez señales de posesión son las siguientes:

1) Dolores de cabeza constantes
2) Miedo
3) Depresión
4) Ataques sobrehumanos
5) Visión de bultos o audición de voces
6) Vicios
7) Dolencias que no son descubiertas las causas
8) Deseo de quitarse la vida
9) Insomnio
10) Nerviosismo



Caramba; me parece que alguna de reconozco alguna de estas señales como familiar, pero bueno, vayamos punto por punto a ver si realmente estoy en concubinato con El Malo.

1) “Dolores de cabeza constantes”: Mmmmhh…. he notado algunos dolores de cabeza recurrentes, generalmente los domingos (o algunos sábados) y generalmente después de recordar la gloria de Irlanda. No sé, no estoy seguro, pero pongamos que sí mientras tarareo “Me & the Devil Blues” de Robert Johnson y me parece sentir un leve aroma a azufre en el aire.

2) “Miedo”: Uy, sí; la verdad es que el miedo es el mejor amigo de este hombre, ayer por ejemplo vi una terrible araña bajando de un hilo sobre mí y anoche escuché unos sonidos nefastos que provenían de personas de mal vivir que rondaban las azoteas. Este test me produce miedo, si seré cagón. Resignado, anoto un poroto más a favor de la presencia de algún vestigio de íncubo mientras una vieja canción de Black Sabbath me viene a la cabeza sin motivo mayor.

3) “Depresión”: Ah no, este no soy yo, yo estoy mejor que nunca, yo estoy integrado… bah…¿a quién quiero engañar si estoy hecho mierda? La cosa se pone fea, tercer punto para el que ya me parece un demonio mediano, tal vez el mismo que inspiró esta canción de los Stones que tamborileo con la lapicera mientras canturreo “uh-uh”.

4) “Ataques sobrehumanos”: Acá suspiro alivado, nada sobrenatural ni nietzcheano me ha atacado últimamente, aunque estas marcas de dientes… sí, ya sé que estuve jugando con el perro, cómo hago siempre, pero no recordaba que me hubiera mordido tan fuerte, y digo yo ¿el perro no podría ser considerado “sobrehumano”, o al menos “parahumano”? En fin, dejo el punto entre paréntesis mientras la casa cruje y me surgen unas curiosas ganas de escuchar a Kiss.

5) “Visión de bultos o audición de voces”: De ninguna forma y me calenté. ¿Quién carajo se cree este pastor brasuca para andar sugiriendo que yo le ando viendo los bultos a no sé quién? ¡Qué yo no soy uno de esos señor, qué yo no soy…! Bueno, tal vez observé con detenimiento e insolencia esa malformación tan llamativa que tenía aquel señor en el ómnibus, aquel que parecía que llevaba una naranja escondida en el cachete… ¡pero yo no veo bultos, ni….! Bueno, sí escucho voces, voces normales, en ocasiones la del perro, ¡como todo el mundo, vamos!... Sí, ya sé; punto Belcebú y el riff de “Highway to Hell” resuena por el cuarto.

6) “Vicios”: Puta que lo parió, ya tenemos que dar por descontado el que el Señor de las Moscas anda en la vuelta. Y la música ya anda por Venom, al menos.

7) “Dolencias que no son descubiertas las causas”. Acá me confunde la sintaxis, tal vez redactada por un garimpeiro de almas que nunca vio un diccionario de español, pero creo aventurar que es en relación a tener algún malestar no identificado. Y bueno, si ya dimos por hecho el que hay al menos un diablo petiso adentro mío eso sería ya un mal no identificado, pero además está ese constante síndrome de deterioro de los domingos por la mañana, que no sé a qué puede deberse…. Esto ya da indicios de innegable presencia luciferina. ¿Artista del día? Danzig, por supuesto.

8) “Deseo de quitarse la vida”: No, no, no y no. Yo soy el señor “vivalavida”, no me van a agarrar con deseos auto-eliminatorios. ¿Qué si me acuerdo de lo que hice la semana pasada…? Uy, me quiero morir, tierra trágame… Ooops… otra marquita más, y esto ya parece el cumpleaños de Anton La Vey. Aguante Deicide, aguante.

9) “Insomnio”: Mi segundo nombre es “insomnio”, máxime ahora que me parece que tengo al Mega Therion cohabitando con mi maltratado ego. 9 en 10 y Mayhem me parece un bello madrigal.

10) “Nerviosismo”: ¿Y como no voy a estar nervioso si este test de los Garotos de Ipanema y el Señor dice que tengo como quince mil diablos en pelotas (¿”Os Demonios da Garoa” tal vez?) adentro? Milagro que todavía pueda tipear en lugar de ir a bailar pintado de rojo con una cabra al ritmo de The Electric Hellfire Club

Es decir, a menos que la psicología, la biología y los malos hábitos existan, el Congreso Empresarial tiene razón y los espíritus demoníacos hicieron campamento dentro mío. Lástima, de chico yo pintaba para bueno. Ahora olvidad aquello de “Benito” y decidme “Legión”, perros humanos. O para los amigos, “Cacho”.

sábado, junio 19, 2004

La batalla del lenguaje

Como es imposible que no sepan, Al Qaeda ejecutó a Paul Johnson, norteamericano fabricante de armas capturado en Arabia Saudita, acto cruel y posiblemente contraproducente pero que no voy a lamentar un minuto -asi mueran todos los que trabajan en la fabricación de la muerte de otros. Con rostro pétreo, la prensa de su país, país que ejecuta decenas de reos por año sin que exista un contexto de guerra interna y que aún ni se sabe cuántos iraquíes ejecutó en la infausta cárcel de Abu-Ghraib, puso el grito en el cielo e hizo toda la gestualidad de dolor que realizan cada vez que se sienten justos y atacados. Pero eso está bien; así funciona la prensa de E.E.U.U. y así generan la implacable imbecilidad de su pueblo. Digo, no está bien; es lógico que no es lo mismo, pero hay intereses y sensibilidades ilusorias que defender.

Me preocupa en cambio la cobertura local: ayer prendo el noticiario de Canal 10 y veo el titular "Otra vez la barbarie en Medio Oriente: ejecutaron al norteamericano secuestrado en Arabia Saudita". Curiosa palabra "barbarie", cómoda de usar pero más cómoda cuando se habla de un acto realizado por algún no-occidental o no-cristiano. Bueno, digo, será algún sarmentino impresionado por la decapitación, que es una forma bastante más humana de matar a alguien que cociendolo en napalm pero bueno. Me extraña que el noticiero no mencione los 17 muertos en un ataque aéreo en Falluja el mismo día. Ah, no son muertos; son iraquíes.

Cambio al Canal 12 y me encuentro con esta tremebunda placa: "Barbarie: mataron al rehén norteamericano". Opa, otra vez la barbarie, otra vez por el mismo motivo. ¿Se estarán acabando los sinónimos de acto cruel y monstruoso que siempre hay que usar el mismo que refiere inevitablemente a toda una cultura? ¿Puede ser que ninguna de las fotos de Abu-Ghraib fue comentada de manera igual, sino más bien con un resignado "bueno, pero así no es"?




Hoy abro el diario El País, perteneciente al mismo grupo económico de Canal 12 y curiosamente la cobertura del hecho es relativamente neutra, aunque desproporcionada en relación a la muerte violenta de una persona en un conflicto en el que mueren centenares por día. Pero bueno, tal vez pensaron un poco en la adjetivación y... epa, llegué a la página editorial y en los recuadros donde se destacan hechos positivos y negativos en cajitas con flechas hacia arriba y hacia abajo está, en la cajita "para abajo", la ejecución del yanqui. ¿El título del destaque?: "Barbarie".

Más allá de las evidentes conexiones del grupo de los canales privados uruguayos con los sectores de derecha y con su imaginario afectivo, que funciona en automático en cuanto a pensar siempre lo mejor de nuestros vecinos del norte y lo peor de sus enemigos, y de la habitual línea editorial que los hace calificar, por ejemplo, a los muertos israelíes en la guerra de la Intifada como "asesinados" y a los muertos palestinos como "abatidos", este caso no creo que sea ideológico. Es puro automatismo.

No hay un periodista televisivo uruguayo (al menos en los canales privados) que sea capaz de utilizar el mínimo de criterio como para discernir si el calificar una acción tal y como viene presentada sea informar con justicia y ecuanimidad. Por supuesto que nunca calificarían como "barbarie" a la ejecución diaria de iraquíes desde helicópteros pero no porque el inefable embajador yanqui Martin Silverstein vaya a protestar (podría, ya que está muy malacostumbrado), sino porque los tipos no pueden pensar siquiera más allá de la presentación internacional de los hechos. Así, leen no ya los comunicados originales de las agencias de noticias, sino inclusive los titulares re-procesados por los grandes medios y los copian al pie de la letra, incluído en lo valorativo, es por eso que los adjetivos se repiten y las noticias internacionales son reproducidas en su mismo contexto canal tras canal. Uno sabe que son incapaces de efectuar ejercicios de criterio con respecto a la información local, ya que sirven a intereses puntuales de sus conexiones políticas, pero uno podría pensar que pueden opinar más libremente sobre el mundo. Pueden, no lo hacen, por las dudas y porque eso significa pensar y trabajar.

En algún momento del post, al referirme a este tipo de periodismo había escrito el adjetivo "chupapijas" pero la gente que disfruta de las relaciones buco-genitales no merece de ninguna forma ser comparada con esta morralla.

Negro es negro

Recuperandome de una pequeña afección etílica me encuentro con Ser Urbano, el programa de Gastón Pauls que se emite con asombroso atraso en Uruguay. Y no puedo evitar quedar prendado por el tema, por el objeto de estudio de este capítulo: la tribu urbana conocida como los góticos.

Dije: "uh, que bien, veamos qué les pasa a estos chicos sensibles"; los góticos, otrora llamados "darks", siempre me han parecido interesantes por su absoulta estetización personal, que los hace ciertamente la más atractiva de las tribus urbanas, pero al mismo tiempo me parecen gente de una seriedad hilarante. Tuve la oportunidad de ir en NYC al que, en ese momento, era EL boliche gótico, un ex banco del Lower East Side apropiadamente llamado "The Bank" y fue una experiencia fascinante, ya que yo y mi amiga éramos los únicos que no parecíamos salidos del casting de Entrevista con el vampiro. Me acuerdo de una chica adolescente increíblemente bella vestida de cortesana del S.XVII que tenía grandes dificultades para mantener sus pechos dentro de su corpiño, me acuerdo de que el whisky era increíblemente caro pero que unos dráculas transexuales nos invitaron varias copas, me acuerdo de un portero samoano que casi me fulmina a causa de un malentendido producido por el pobre inglés de ambos. Esa fue mi loca vida gótica.

Pero bueno, resulta que Pauls dice "yo no sé nada de los góticos y la gente dice que toman sangre y adoran a Satán, así que vamos a entrevistarlos a ver si es cierto".
Entonces el señor Pauls se va hasta Requiem (creo, yo estaba un poco distraído), donde le pasan el teléfono de una chica que parece que es recontra-gótica. Pauls se va a la casa de la chica, una rubia muy bonita que tiene una máscara de Jason en un estante, y hablan de la melancolía y de que le gusta pasear por los cementerios porque es "la reina de los muertos". Caramba, digo, a mí también me gusta pasear por los cementerios, mórbida costumbre que agarré de niño por motivos familiares, si estuviera en Montevideo capaz que la invitaba a ir a comer unos churros en el Cementerio del Buceo o algo así... bueno, mejor no, porque ella es la reina de los muertos y yo soy un republicano que está de vivo, y me parece que a los góticos no les gustan los churros. En pantalla la chica habla de la melancolía, que no señor Pauls, no es lo mismo que la depresión porque la melancolía se disfruta y la depresión se medica.




Y bueno, Pauls sigue a la pesca de góticos, encuentra a otro -no muy interesante- en un bar y este le dice que vaya a buscar a otro más -que es el gótico posta- que está merodeando una iglesia. Pauls encuentra a este gótico chupacirios, que resulta ser un escritor y tener una relación conflictiva con Dios y la iglesia. Y con el idioma español, que se resiste con fuerzas a sonar poético y definitivo en cada frase que profiere. Este gótico escritor habla sobre los torturados libros que escribe y dice que el amor es algo que tiene "dos vocales, dos consonantes y dos idiotas", aseveración rotunda que serviría también para unas cuantas palabras de cuatro letras, como "judo", pero que deja un silencio significante flotando en el éter de Ser Urbano.

Por último Pauls es invitado a una especie de aquelarre casual, o una reunión de góticos en un apartamento, que casualmente están de plena parafernalia de reglamento. Allí habla con uno que se parece un poco a Cher en su etapa metalera (y un poco a una palmera negra) que le dice que él es así porque la sociedad lo destruyó. Y bueno si él lo dice así será. Después habla con el gran escritor gótico que le muestra que tiene a una chica vestida de cuero sadomaso en un cuarto. Perversamente la chica muestra el culo pero no da la cara.

Finalmente hablan sobre que los góticos no matan animales, sino que les gustan mucho los animales, que no toman sangre y que, al menos ellos, no adoran a Satán. Inesperadamente todo alcanza un climax cuando Pauls les pregunta: "¿Cómo les gustaría morir?"; la chica rubia farfulla algo sobre que le gustaría morir de amores (o en el acto del amor, no recuerdo) y uno de los oscuros muchachos aventura "me gustaría morir intoxicado por los laureles". ¿Y morir atragantado por un enorme pepino no te resulta igualmente romántico, o thy somber prince of arseholes....?

Dave Vanian, me parece que esto es culpa tuya, tendrías que haber aclarado que era una broma.

miércoles, junio 16, 2004

"Oh Danny Boy, the pipes, the pipes are calling..."

En los bellos y bohemios tiempos en los que existía el legendario bar Periplo, mi amigo R.V. descubrió entre la población de bebedores que lo atestaban a un irlandés taciturno y solitario, al que veíamos tomando cantidades sorprendentes de whisky todos los fines de semana. Un día en el que estábamos particularmente sociables (borrachos) trabamos conversación con el hombre –que parecía una mezcla entre W.C. Fields y un leprechaun-, conversando sobre los Pogues, el IRA y temas similares de gran interés. El hombre intentaba conversar en un castellano que desconocía y que el pedo perpetuo que llevaba deformaba aún más; al preguntarle qué carajo estaba haciendo en un bar perdido del remoto Uruguay dijo algo así como: “Todos los bares tienen que tener un irlandés, y a mí me tocó éste”, luego, al borde la afasia alcohólica dijo en absoluto cocoliche: “Nosotros… los irish… in football (cara de desagrado) muy malo, muy malo… fighting… (cara de resignación) muy malo, muy malo. But drinking…. (cara de Bono llevando una bandera) Irish is número uno, number one…”

Toda esta introducción viene a cuento del legendario amor por la bebida de los nativos de Eire (suelo evitar esos lugares ridículos que son los conchetos irish pubs rioplatenses), que los tiene –como aseveraba el local irish drunk que mencionaba- como primeros en todos los estudios de consumo de alcohol per cápita en el mundo, seguidos de cerca por los finlandeses y los rusos, pero primeros lejos y sin la excusa del frío ártico que pueden aducir los otros. Obviamente esta tradición se refleja en su arte (especialmente si el artista se llama Shane), en sus costumbres, en su lenguaje y, obviamente, en sus brindis y su lírica dedicada a la exaltación de la bebida.



Entre las perlas de la Modern Drunk Magazine (donde obviamente se repiten los nombres de ascendencia irlandesa), encuentro una breve pero interesante página sobre la historia de los toasts (brindis) que ignora previsiblemente toda la florida gama de brindis mediterráneos pero enumera algunos ejemplos, entre los cuales inevitablemente se hallan varios brindis irlandeses. Los brindis irlandeses suelen empezar (o al menos incluirla) con la gallarda expresión “May your…” (o "may the...") seguida de lo específico de la bienaventuranza que se desea. Un hermoso ejemplo conocido por todos los after-punks es el bellísimo e intraducible “May the road rise with you”, que John Lydon incluyó – usufructuando su herencia cultural de irlandés de segunda generación- en “Rise”, y que es parte de una bienaventuranza más larga. (Vero: tu la recuerdas entera, apelo a tu memoria anglosajona para que me la copies en un comment o un mail).

Éste es tal vez el más famoso de todos (con justicia):

"May those that love us, love us & for those that don't love us, may God turn their hearts; & if he can't turn their hearts may he turn their ankles; So we may know them by their limping."

Pero bueno (doy más vueltas que un perro para cagar), todo esto es una vulgar excusa para reproducir un par de esos brindis irlandeses de la MDM que me hacen feliz y que sólo considero inferiores al nacionalista “Suomelle!!!” (“A la salud de Finlandia”). El primero es tan conocido como sabio y pertenece a ese escritor increíble que era Jonathan Swift:

May you live all the days of your life.”

El otro es de algún irlandés anónimo y me emociona mientras lo transcribo y suena en mi Winamp el “Am Mhaighdean Mhara" de los Chieftains:

Here’s to cheating, stealing, fighting, and drinking.
If you cheat, may you cheat death.
If you steal, may you steal a woman’s heart.
If you fight, may you fight for a brother.
And if you drink, may you drink with me
.”

domingo, junio 13, 2004

Site del año (sxe verboten!!!)

(Este post no es recomendable para quienes no lean inglés, ya que la página a la que hace mención está escrita en su totalidad en dicho idioma. Tampoco es recomendable para seguidores de los códigos de conducta straight edge, por motivos evidentes).

Deambulando por los links de la combativa y lúcida página Cursor, llego a un site extraordinario y extraño de ser encontrado entre la sobriedad de Cursor; se trata de la página de la Modern Drunkard Magazine, una publicación orientada a celebrar la en ocasiones difícil amistad del hombre y los alcoholes bebibles (y tal vez alguno de los no bebibles también). La MDM ofrece la comprensión y la información que todo ebrio habitual u ocasional necesita, especialmente un domingo a la mañana, escrita con un sentido del humor extraordinario y con una enorme alegría inmoral. En estos tiempos en que la duración parece haberse convertido en el valor máximo gracias a la prédica de señores que quieren vivir para siempre (algún día vamos a discutir en detalle el concepto de "calidad de vida"), dicha alegría es de una asombrosa incorrección política, y es como una brisa de aire fresco entre tanto consejo saludable. Todo adornado con gusto exquisito a partir de imágenes tomadas de las novelas baratas de los cincuenta y la publicidad de aquella época, cuando los hombres eran hombres y las mujeres también.

Para dar una idea de la temática y el tono transcribo los nombres de algunas de las notas: "40 Things Every Drunk Should Do Before He Dies","Everything I Ever Needed to Know about Life I Learned from the Rat Pack", "365 Excuses to Get Loaded", "Drink Your Way to Fitness", "The Morning After", etc. etc. etc.



Sin haber explorado aún todo el contenido de sus archivos me permito destacar algunas notas:

Motivational Posters for the Sober Challenged: Ya el nombre lo vale, pero la colección de posters que contiene hace que casi me desgracie de la risa un par de veces (las imágenes que ilustran este post son parte de ellos).

The 86 Rules of Boozing: Menos comicidad pero gran sabiduría, por algo la revista la convirtió en un poster que me haría feliz si adornara alguno de mis aposentos. Destaco como ejemplo de la sapiencia de estos consejos la "Rule 24": "After your sixth drink, do not look at yourself in the mirror. It will shake your confidence."

Secrets of Barroom Photography: Un bestiario de las diversas poses que toman los ebrios cuando se les apunta con una cámara; al parecer algunas reacciones son universales. Inevitable sentirse identificado en alguna de estas poco agraciadas actitudes. Fijarse en especial en la cuarta foto: "Mack Daddy". Conociéndome, tengo grandes posibilidades de ser capturado en la actitud de la quinta foto ("Satan Rocks"). Espero que nunca en la de la séptima ("The Fierce Kitty Kat").

How to Hide the Most Horrid of Hangovers from The Man: Utilísima guía para disimular en el laburo que la noche anterior uno bebió como pescado/cosaco (cuando uno no puede dar parte de enfermo). Hay mucha experiencia atrás de esta guía. La primera frase -separada como copete- es antológica y fatalista: "You did it again".



Pushing Prohibition: Un análisis (¿semiológico?) de varios afiches anti-alcohol, preferentemente soviéticos y yanquis. El que escribe los comentarios y los análisis debe ser el borracho más gracioso de occidente.

Y nada, si les interesa vayan y vean, a mí es el descubrimiento de internet que me ha hecho más feliz desde que encontré a Perfect Sound Forever.

PD: Aprovecho el tema para recordar nuevamente una noble figura animal sobre la que ya debatí en los comments en escritos que fueron barridos por los vientos depuradores de Haloscan. Se trata de aquel mono de aquel documental francés sobre el desierto del Kalahari (no puedo recordar el nombre, lo busqué en IMDB pero nada, era "El paraíso..." no sé qué y trataba de como el Kalahari pasa alternativamente de ser un áspero desierto a un vergel en pocos meses y las estrategias de los animales para sobrevivir. Entre un montón de imágenes enternecedoras se destacaba la figura de un mico (¿un babuino tal vez...? ah, la memoria me traiciona...) que se comía con fruición un montón de frutas fermentadas, agarrándose un pedo de kingkongescas dimensiones que lo llevaban a comportarse de manera errática y significante. Su evocación sería un tema perfecto para la MDM (hay teorías que sostienen que la evolución humana empezó así) y su (relativamente) fina estampa no debe ser olvidada.

Oh macaco ebrio del Kalahari!; que Dyonisios el vital te conserve considerablemente firme el andar, para que conduzcas a tu especie, y conserve suficientemente enhiesta tu vara de la alegría, para que te reproduzcas con darwiniano destino hacia la gloria evolutiva y la conquista del África. Es eso o el zoólogico; shock the monkey, rock the monkey, put the monkey on a cab...

sábado, junio 12, 2004

La inevitabilidad de ser inteligente

La incansable Ghetta, además de hacer una brillante reflexión sobre la interminable imbecilidad funcional de Francis Fukuyama ("remember Pearl Harbour..."), se toma el trabajo de traducir este artículo de Brian Eno, en el que el pelado demuestra que cuando uno es lo bastante atento como para escuchar y organizar los sonidos discretos y sutiles que se pierden entre los ruidos urbanos, es lógico que también se tenga el oído necesario como para escuchar lo que queda de verdad bajo la máquina de mentir, o el silencio de su ausencia. A pesar de lo ominoso de su mensaje, me deja con felicidad ilimitada porque me gusta ver al pelado peleando. Es un gran soldado.

viernes, junio 11, 2004

"We'll be fighting in the streets with our children at our feet..."

La discusión producida por el post de los DK en cuanto a la caretez del compromiso político de los Rage Against the Machine me deja pensando en que uno suele medir ese tipo de cosas más con la vara estética que la ideológica, y que se suele ser más tolerante con respecto a bandas que nos gustan (Rage parece no ser una banda querida por los visitantes de este blog). Pero digamos la verdad: ¿saben que dos bandas fueron increíblemente caretas en cuanto a usar la política revolucionaria como marketing (y al lado de ellas los RATM son una guerrilla nicaraguense)?: The Clash y MC5.

La política "de izquierda" de los Clash fue un invento total de su manager Bernard Rhodes, que les diseñó el discurso y la parafernalia estrella por estrella. Hasta su aparición Mick Jones era un tipo que lo único que sabía de la izquierda era que la púa la agarraba con la otra mano (era fan de Mott the Hoople, por dios). Rhodes tuvo suerte (al igual que McLaren tuvo suerte con Rotten) de que Joe Mellor (a.k.a. Strummer) sí era un tipo culto e inquieto que se puso a averiguar cosas sobre su papel de joven revolucionario de la CBS hasta que finalmente (y después de haberle pegado una patada en el culo a Rhodes) The Clash sí era una banda más o menos coherente con su prédica, pero dentro de los auténticos radicales los tipos eran vistos como unos poseurs: Mark Perry escribió en Sniffin' Glue que el punk había muerto el día que los Clash firmaron con CBS, los Mekons (auténticos activistas comunitarios) le respondieron a "White Riot" con el sarcástico "Never been in a riot". Si hubiera sido por Jones hubieran terminado abriéndole a Police (y lo dice un fan de Jones), terminaron abriéndole a los Who. Hubo gestos interesantes, pero las contradicciones de los Clash los siguieron hasta el final y fueron uno de los motivos de su separación.



Lo de MC5 fue mucho peor e inexcusable: su manager (otra vez) John Sinclair sí era un tipo muy politizado y pretendía convertirlos en el ala artística de los White Panthers; los MC5 lo único que querían era tomar montañas de drogas, cogerse montañas de pendejas y apilar montañas de marshalls para sonar como gigantes rugiendo, y para conseguirlo estaban dispuestos a vestirse de Pepino el payaso si era necesario. Sinclair más o menos les dijo qué decir, dónde tocar y cómo vivir, pero los testimonios de la época dicen que la comuna de Detroit de MC5 era una especie de templo del abuso machista y de lo más imbécil del rock'n'roll lifestyle. Los tipos se hacían los tira-molotov pero vivían a lo Zeppelin, sólo que con mucha menos guita. El punto cúlmine fue cuando fueron a tocar a Nueva York, dónde los estaban esperando los integrantes del grupo militante Motherfuckers; cuando vieron a los MC5 que se bajaban de una limousine y empezaban a firmar autógrafos casi los matan, literalmente, tuvieron que cancelar el concierto porque los Motherfuckers los estaban buscando con cuchillos. Después se dieron cuenta que el hacerse los revolucionarios no vendía muchos discos y le pegaron una patada en el culo a John Sinclair, aprovechando que el tipo había caído en cana por venderle faso a un narco, y durante el resto de la carrera de la banda no dijeron la palabra "revolution" ni para referirse a la velocidad a la que giran los discos. Y se disolvieron básicamente por no hacer guita.

(A esta lista de caretas pueden agregarse los Jefferson Airplane ("gotta revolution...", sí claro y "we built this city on rock'n'roll"), a los Who (de "We won't get fooled again" a vender "Bargain" para hacer publicidades), a los Ramones ("Bonzo goes to Bitburg"? ¿te parece, Johnny?), a todos los que participaron en aquella gira de Amnesty, y siguen las firmas...)

En este blog se ha privilegiado el análisis de todas las versiones conocidas de una magnífica canción de los MC5 y no se ha escrito sobre los Clash de pura casualidad, ya que posiblemente sea la banda que más me influenció en mi vida, hasta el punto de que la muerte de Strummer me dejó triste como si lo hubiera conocido. Además creo que una banda o una expresión artística es lo que parece, y que todo esto no quita el que MC5 y los Clash fueran bandas realmente revolucionarias. Pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.

Agrego una anédocta significativa que va a molestar a mvc: los Minutemen (sí, esta sí era una banda coherente) eran unos pibes no demasiado cultos a los que escuchar a los Sex Pistols les cambió la vida y se volvieron devotos absolutos de los ingleses. A finales de los setenta, cuando ellos vivían al estilo espartanamente punk de todas las bandas de SST tuvieron la oportunidad de abrirle a PIL, es decir, a su ídolo, lo que los tenía exitadísimos. Resultó que Lydon se portó como un pelotudo absoluto con ellos, no los vió, no los saludó, hizo que les cortaran el show... yo que sé, las cosas que hace un star paranoico y mala leche. Los Minutemen quedaron shockeados, pero no dejaron que esa mala impresión les quitara lo que ya era parte de su imaginario ideológico-estético. Así que en su próximo disco apareció la dedicatoria: "A Johnny Rotten, o al menos a la idea que teníamos de él".

miércoles, junio 09, 2004

Señales de vida al tratar a un muerto

Esto es lo más cerca de ser justo (es decir: tratar de explicar lo maligno y peligroso que fue) que un medio grande norteamericano puede ser con Ronald Reagan. Y, fijense, no es poco y me pone contento; ojalá que muchos grandes medios rioplatenses, lugar donde Ronald Reagan es directo responsable de la muerte de mucha gente, se hubieran puesto los pantalones para decir lo mismo. Curiosamente la última frase es básicamente igual a algo que escribí en los comments del anterior post sobre Reagan.

Fijense en el notable detalle de cómo Tom Carson trata a la izquierda norteamericana. Hacía tiempo que no veía algo así escrito en algo mayor que el blog de Chomsky.

Y se acabó: no voy a hablar más sobre ese muerto ya hediondo desde mucho antes de su deceso. Viva la gloria de la bala de Hinckley, aunque no haya llegado a destino, viva la belleza de Jodie Foster por incitar a ese bello magnicidio ucrónico.

Pelado, mala onda, guitar hero, muerto

Me entero por un comment del post anterior que Robert Quine se murió y pienso "¿Cómo que se murió? ¿Y yo no me enteré?" Pero más bien que no me enteré, ni yo ni casi nadie: estamos para enterarnos de que se murió Ronald Reagan, no Robert Quine. Por eso odiamos a Estados Unidos.

Admiré muchísimo a la guitarra de Robert Quine y a su gruñona figura, primero por esto último antes que su música, que en un principio me pareció excesivamente abstrusa y angular, pero me encantaba que el guitarrista de los Voidoids (nunca una de mis bandas punk favoritas, la verdad) fuera un pelado con barba que tenía más de treinta años y, sin enterarse mucho al parecer de que estaba en una banda punk, tocaba jazz eléctrico. Me encantaba la mala onda que destilaba y que hablara pestes y pestes de Lou Reed.



Bajo la influencia específica de Andy Adler empecé a prestarle más atención a su música y contextualizándola en el tiempo a su papel de pionero y traductor de los espasmos sonoros de Albert Ayler y Coltrane a la guitarra. Supongo que todo el mundo va a hablar del riff de "Love Comes in Spurts" o del solo de "Waves of fear" (de esto último ya lo hizo Lou Reed en una elegía bastante galante para provenir de quién provenía y para estar dedicada a alguien que se pasó los últimos veinte años hablando mierdas de él)o inclusive revindicar sus changas para Matthew Sweet, Lloyd Cole o algún otro loureedwannabe, pero tengo la impresión de que Quine, a pesar de morir a los 61 años, muere aún como una promesa no cumplida. Me parece que a todo el mundo le gusta más el disco que Quine nunca grabó que las dispersas señales de enorme talento que dejó. Tal vez se edite una re-mezcla del Legendary Hearts donde el paranoico de Reed deje escuchar la guitarra de Quine. O las grabaciones de sus conciertos del Bottom Line de la época del Blue Mask, tomadas para el video en vivo de esa época y que son mil veces mejores que esa garcha del Live in Rome. Yo qué sé, van a sacar cosas, pero no creo que encuentren el Blow by Blow o el Hot Rats del hombre. Probablemente no exista.

El pelotudo se murió de sobredosis de heroína, a pesar de que había esquivado la masacre opiácea que sufrió su generación musical neoyorquina en los setenta. Ahora todos los pelotudos necrofílicos pueden imaginarlo en una banda con Stiv Bators, Johnny Thunders, Jerry Nolan y Dee Dee; yo siempre lo creí un tipo más inteligente.

Y bueno, nada, se murió. Vamos a ver quién se lo dice a Andy.

lunes, junio 07, 2004

Mirando canciones (IX): We've Got a Bigger Problem Now

La muerte de Ronald Reagan me hizo recordar a uno de sus más encarnizados opositores (si se puede ser un auténtico opositor desde la humilde trinchera del punk-rock), el señor Eric Boucher, más conocido por su nombre de guerra, Jello Biafra. En los últimos meses me bajé la discografía entera de los Dead Kennedys y, para ser la música menos romántica del mundo, me conmovió tanto por motivos obvios de nostalgia como por el profundo idealismo humanista que se le nota a Biafra abajo del sarcasmo (si no, escuchen la casi ingenua “Chickenshit Conformism”). Pero la verdad es que Jello está un poco olvidado hoy en día, inclusive dentro de los circuitos del hardcore su figura es tal vez menos relevante e influyente que la ética de trabajo de Greg Ginn, los hábitos recreativos de Ian McKaye o inclusive los problemas digestivos de G. G. Allin. Pero en los ochentas el tipo era escuchado, y ocupaba un lugar que tal vez nadie ocupe hoy en día en la música rock-pop: el del disidente absoluto.

Mi primer contacto con Biafra y los DK’s fue de lo más casual y temprano: solíamos ir con mis compañeros de segundo de liceo al cine Intermezzo, dónde nos dejaban entrar a ver tremebundas películas de porno soft-core que nos dejaban más turbados que de costumbre. El criterio de selección del Intermezzo era amplio y extraño, por lo que entre películas de Sylvia Kristel, uno se veía algún Pasolini y algún Verhoeven, siempre y cuando tuviera tetas en algún momento, claro está. Solían programarse también películas de ese género semi-documental tan italiano que son las películas “mondo cane”, recopilaciones de filmaciones de costumbres horribles o de situaciones desgraciadas (un antecedente de las terribles “Faces of Death”). Una de ellas fue, presentada como una visión de la decadencia estadounidense, This is America 2 (Romano Vanderbes, 1979) película con una notable banda de sonido de los Dictators y que entre otras aberraciones americanas cubría la campaña para alcalde de San Francisco que hizo Jello Biafra, y lo mostraba haciendo ácidas declaraciones intercaladas con una actuación de los Dead Kennedys en la que aparecía el Jello, medio en pelotas, cantando “California Über Alles”, show que el director yuxtaponía con filmaciones de sinagogas y estrellas de David cada vez que Biafra entonaba lo de “California über alles”, lo cual prueba que no tenía la más puta idea de qué decía la letra. De alguna forma la canción me quedó tatuada en la mente, aunque no así el nombre de la banda.

Algunos años después, recién descubiertos los Pistols, los Clash y demás, un amigo consiguió un extraño video recopilatorio de bandas punk y new wave que hoy en día mataría por tener y que contenía actuaciones en vivo de los Cramps, de Wall of Voodoo, Pere Ubu, Gang of Four y a los Dead Kennedys tocando “Bleed for Me”, con Jello cantando con guantes de cirujano y la mayor cara de hijo de puta que haya visto en mi vida. A los dos días yo estaba en la disquería Rarities preguntando a ver si no tenían algo de los Dead Kennedys. Me vendieron el In God We Trust Inc., al que escuché dos veces a 33 rpm sin darme cuenta de que era un EP de 45 rpm (es un disco muy rápido, la verdad) y, bingo, ahí estaba aquella canción de la película, “California Über Alles”, sólo que bajo otro nombre. Ahora todo encajaba.



"I am Emperor Ronald Reagan / Born again with fascist cravings / Still, you made me President
Human rights will soon go 'way / I am now your Shah today / Now I command all of you / Now you're gonna pray in school / I'll make sure they're Christian too

California Über alles / California Über alles
Über alles California / Über alles California

Ku Klux Klan will control you / Still you think it's natural / Nigger knockin' for the master race / Still you wear the happy face
You closed your eyes, can't happen here / Alexander Haig is near / Vietnam won't come back you say / Join the army or you will pay

California Über alles / California Über alles
Über alles California / Über alles California

Welcome to 1984 / Are you ready for the Third World War? / You too will meet the secret police / They'll draft you and they'll jail your niece
You'll go quietly to boot camp / They'll shoot you dead, make you a man / Don't you worry, it's for a cause / Feeding global corporations' claws
Die on our brand new poison gas / El Salvador or Afganistán / Making money for President Reagan / And all the friends of President Reagan

California Über alles / California Über alles
Über alles California / Über alles California
"

We’ve Got a Bigger Problem Now” es una versión jazzeada y con la letra adaptada de “California Über Alles” (tema que vería aún una nueva letra gracias a la versión de Disponsable Heroes of Hipochrisy). Intercala versos tocados en forma swinguera con otros similares a los de la versión original pero tocados aún con más fuerza y rabia. Es una versión totalmente funcional a las ideas de Biafra, que probablemente estaba preocupado de que su canción más conocida fuera un ataque al tibiamente liberal Jerry Brown y que dejara sin referencia al californiano más famoso de aquel momento, el actor que acababa de ocupar la Casa Blanca. Líricamente es de una torpeza (“es muy rústico” diría el Bambino) notable, que llega al detalle encantador de rimar “Reagan” con “Reagan”, pero la política de Jello a nivel de letras siempre fue de “Fuck Art” y acusarlo de panfletario es no entender un sorete de lo que eran los Kennedys y ni siquiera entender por qué la banda se llamaba así. Posiblemente la banda tenga canciones más refinadas o más logradas que esta versión con partes de chiste performático (el talón de Aquiles de los Kennedys, o de Biafra para ser exacto, es el exceso de teatralización en el que solían caer), canciones como “Halloween”, “Your Emotions” o “Do the Slag”, pero “We’ve Got a Bigger Problem Now” tiene ese ir a los bifes de una que hoy en día es inimaginable. Sí, ya sé que Propagandhi o A Silver Mount Zion podrían mandarse una letra así, pero los Dead Kennedys era una banda mucho mayor (“mayor”, no “mejor”) que, como dije antes, ocupaba un lugar que ahora está vacío.

Y las cosas son así, Reagan ya va camino al infierno y Biafra sigue tan porfiado que hasta parece un chiste: peleándose en tribunales con sus ex compañeros de banda por no querer venderle “Holidays in Cambodia” a GAP; participando codo a codo con Noam Chomsky en cuanta actividad política seria se realice y haciendo mil y un discos hablados que no escucha nadie pero que es genial que existan. Un punk de cuarenta y seis años que tiene clarísimo el que ahora tienen un problema realmente grande y que para ser coherente e incorruptible alcanza con serlo. Jello Biafra talks the talk and walks the walk, nada más.

domingo, junio 06, 2004

Fútbol en el recuerdo: la hecatombe, la debacle, una sucesión de hechos vergonzosos.

11 goles en contra en tres partidos, puta que los parió. No es mi problema, yo hace tiempo que no veo fútbol y que no me preocupo por el fútbol; me enteré del resultado del partido contra Perú al otro día y hoy sé de la goleada por pura casualidad.

Me quedo pensando levemente en el valor simbólico de este fin del fútbol uruguayo y en el valor que tiene como despertador final de sueños y mentiras. Me da lástima mi sobrino, que tiene 11 años y no sabe lo que es ver a un cuadro uruguayo hacer un papel más o menos digno. Pienso que la culpa es de Paco Casal, no de la persona Paco Casal sino la mentalidad que representa y que le otorgó omnipotencia. La persona física Paco Casal ya está en otra, está comprando el carnaval, lo cual significa que el carnaval ya está haciendo metástasis. Todo esto puede ser bueno. Como decía Medina y su falange imaginaria: "Toda respuesta es sana ante una situación enferma".

Qué deporte de mierda, me distrae... yo iba a escribir sobre los Dead Kennedys y Ronald Reagan. O sobre Perdedores Pop, de quienes nunca escuché aquella canción "Colombia".

sábado, junio 05, 2004

Muerte de un terrorista

Abro Yahoo y veo destacada la noticia de la muerte de Ronald Reagan, que llegó a los 93 años de maldad en estado puro. Pero el titular que lo destaca me inquieta: "U.S. and the world mourn Reagan's death".




"The World?" ¿Se habrá olvidado el world de la financiación de los talibanes y de la Contra, que mataba niños en la selva y terminó matando a la más pura de las revoluciones, de las reaganomics y lo que signficaron para el resto del mundo? ¿Tan, tan chupamedias del Imperio se habrán vuelto los líderes mundiales? ¿Tanto será el descaro como para homenajear la muerte de este payaso fascista como si fuera la de un gran hombre?

Abro la noticia y me tranquilizo un poco; por ahora "the world" es Margaret Thatcher.

viernes, junio 04, 2004

Ellos se crían, Dios los junta

Karol Wojtila (los títulos honorarios que se los den quienes crean en dichos títulos) había tomado una posición más o menos digna cuando George Bush decidió que tenía que matar gente en la Mesopotamia. Después se calló, dedicándose a su eterno problema de siempre (cómo reprimir la sexualidad humana). Ahora, con G.W. de visita por el Vaticano, Wojtyla (bah, la ilusión de lo que entendemos por Wojtyla, ya que el hombre parece estar totalmente gagá y seguramente sea algún cardenal alemán el que le escribe los guiones y le mueve los labios a su momia) hizo ambiguas referencias a la situación en Medio Oriente y le hizo un pedido al evangelista texano de que "normalice" la situación en Irak y la Tierra Santa, lo cual es bastante preocupante si se piensa lo que Wojtyla y Bush pueden entender por normalizar.

Pero no es eso lo que me sorprende sino como la hipertrofia del elogio al Imperio ha llegado a grados que si no fueran trágicos serían graciosos y ha convertido el lenguaje en un territorio minado en el que si uno va a hablar sobre la resistencia musulmana o sobre el significado último de los atentados de Madrid, tiene que abrir la frase agregando como prefijo: "yo no justifico eso, pero..." y recién ahí decir lo que se piensa. Y esa hipertrofia del discurso anti-terrorista llegó hasta el redactor de Wojtyla ya que se le ocurrió referirse al 9/11 como "el día más negro de la historia de la humanidad".

Bien; el día más negro de la humanidad no fue el de la bomba sobre Hiroshima, no fue el día que prendieron las "duchas" en Auschwitz, no fue el primer día de la ofensiva del Somme en 1916 y en el que murieron más de 100.000 soldados. Por supuesto tampoco el de la toma de Jerusalem por los cruzados, que pasaron a cuchillo a todos los habitantes de la ciudad más poblada de Palestina. Tampoco días simbólicamente ominosos como el de la invasión de Polonia, el del asesinato del Archiduque Franz Ferdinand o el de la asunción de Josif Stalin. Ni siquiera días funestos para la religión que profesa, como el de la caída del Edén, el del Diluvio Universal o el día que Jesús de Belén fue clavado en la cruz. No; el día más funesto de la historia de la humanidad fue el 11 de setiembre del 2001.

Quién sabe, tal vez tenga razón y ese haya sido el primer día de un acelerado exterminio de la humanidad, o el primer día de la consolidación definitiva del imperio fascista-cristiano con el que sueña la Fundación Heritage. Yo por las dudas digo, con el amigo Evaristo de La Polla Records: "Wojtyla muérete".

Kickin' back

(En homenaje al cretino, que dice que le gusta el rock)

Antes de que sus escasos supervivientes amenizaran las campañas publicitarias de Levis, los MC5 hicieron un puñado de discos irregulares con algunos temas clásicos y brillantes. Aunque algún emocionado revindique al solo de Wayne Kramer en “Looking at You”, el riff de “Starship” o el jam de “Black to Comm” como el momento más alto de su carrera, lo cierto es que la canción con la que todo el mundo asocia a los cinco motoqueros es “Kick Out the Jams” (o más bien “Kick Out the Jams… MOTHERFUCKEEERS… AH... AH… AH...AH...), que es básicamente un riff de boogie recortado y llevado al punto de fusión atómica. Fácil de tocar y parrandero, ha dado pie a innumerables versiones, incluyendo algunas locales como la colgadísima que suelen hacer los Hablan por la Espalda (no puedo recordar si alguna vez los Chicos Eléctricos la tocaron, pero estoy seguro de que se les debe haber pasado por la cabeza). A pesar de su sencillez instrumental, es un cover difícil porque es muy idiosincrásico, es decir: está muy ligado a su versión original, que la puso bastante difícil de igualar en términos de energía, y depende, en su simple factura, mucho del carisma y la brutalidad con la que se la encare. Eso no ha asustado a una cantidad considerable de peludos excitados y con ganas de hacer catársis, que le han metido púa desvergonzadamente. La AMG lista 78 ediciones del tema, pero muchas son obviamente, ediciones de la toma original en distintos formatos. Descontando estas y las versiones de los antiguos MC5 rascando el fondo del tarro (Wayne Kramer, Rob Tyner Group), igual quedan varias aproximaciones interesantes. Obviando algunas que no he podido encontrar -Nomads, Monster Magnet, Entombed, Afrika Bambaataa (estas dos últimas me tienen intrigado)- paso a describir las que conozco y a hacer un pequeño estudio comparativo.

MC5 – Kick Out the Jams (1969): Obviamente, la original del disco debut de los anormales de Detroit. Grabada en vivo pero tal vez con algún retoque posterior, la canción y la versión es excitación en estado puro, con cada integrante del grupo tratando de pisar en volumen a los demás y con los coros totalmente fuera de sincronía, dando la impresión de que no escuchaban un carajo. No vale la pena hablar más, ustedes ya la escucharon.


(motherfuckers)

Blue Öyster Cult – Some Enchanted Evening (1978): Extrañamente la escuché antes que la de MC5, grupo al que ignoraba olímpicamente en aquellos días. Abre la cara B del excelente segundo disco en vivo de B.Ö.C., y es un poco más rápida y limpia que la original. Los coros acentúan los “yeah!” después de los estribillos, lo cual revela un componente pop que no estaba explícito en la versión original.

Bad Brains & Henry Rollins – Pump Up The Volume (Soundtrack) (1990): Aunque ya había pasado el momento de gloria de los B.B., en esta versión se prenden fuego, con el violero Dr. Know llevándola a territorio definitivamente metálico a fuerza de bending y digitación emocionada. El solo estaría mejor en un tema de Slayer que acá, pero se olvida gracias a las ganas de Henry Rollins, que pocas veces cantó mejor.

Poison Idea – Pajama Party (1992): Originalmente publicada como lado B de un simple, esta versión de la banda más gorda y reventada de la historia convierte el entusiasmo en furia, algo nada extraño viniendo de los Poison Idea. El tempo es un poco más rápido y la batería agrega algunos redobles de hardcore y el solo de Pig Champion es mitad metal mitad rockabilly (nada fantástico). Jerry A., como todos sabemos, nos odia mucho.

Presidents of the United States – Presidents of the United States (1995): Unos vivos bárbaros; la re-arreglaron al estilo alternativo-noventas, le cambiaron la letra (y la hicieron más “inteligente”) y la convirtieron en una garcha. Por lo menos dura poco. Que suerte que todo el mundo ya se olvidó de esta banda.

Guitar Wolf – Kung Fu Ramone (1995): Tengo la sensación de que le cambiaron algún tono, pero andá a saber con todo ese quilombo arriba. Es posiblemente la versión menos parecida y si uno anda distraído ni se da cuenta de que hay un “Kick Out the Jams” entre todo ese bardo. Pero aunque hoy nos parezca básicamente un rock’n’roll, posiblemente en 1969 la versión original fuese percibida como una desenfrenada bola de ruido, lo que haría la versión de Guitar Wolf (que si uno la escucha detenidamente puede descubrir algunas guitarras enormes) la más fiel al espíritu original del tema.

Primal Scream – London Astoria (?): La banda pone lo que hay que poner, pero la voz de Bobby Gillespie dista de ser adecuada para cantar el “Kick Out the Jams”. Sin embargo los solos cruzados de dos guitarras, una de ellas con enorme wah-wah, justifican ampliamente la versión. Es un pirata, lo cual perdona muchas cosas, pero suena tan pro que en cualquier momento te lo editan como complemento del Live In Japan.

Rage Against the Machine – Renegades (2000): Supongo que no deben ser santos de la devoción de gran parte de los lectores de este blog, que deben considerar medio blasfémico el que se metan con el himno proto-punk. En realidad no está mal intencionada, pero se les va la mano en bajarle tanto el tempo, lo que la hace tan entusiasta como una torta de valium. Sigan intentando, sigan… ¿cómo, se disolvieron? Uy, que cagada.

Jeff Buckley – Live at L’Olympia (2001): A priori puede producir desconfianza, pero hay que recordar que Jeff era mucho más guarro y ruidoso que su padre Tim, y tenía la misma potencia vocal extraordinaria. En este live está totalmente desacatado y le mete fuerza como para hacer creer que su apellido es Johansen, pero en la web se pesca una versión bootleg del festival de Roskilde un poco menos divertida en la que administra mejor su fuerza. Además suena mejor, lo cual no es de extrañar ya que el Live at L’Olympia no es más que un bootleg legalizado.

Give up the Ghost – Year One (2004): Antes que nada relato un accidente afortunado, los Give up the Ghost, banda hardcore de Boston, respondían al estúpido y vulgar nombre de “American Nightmare”, pero resulta que un grupo de Philadelphia resultó llamarse igual, les hizo juicio y se los ganó, por lo que los tipos tuvieron que buscarse otro nombre y eligieron el presente, que me parece brillante como pocos. Pero bueno, a lo nuestro: la versión de “Kick Out The Jams” de estos jóvenes mozos comienza con una idea brillante: samplean la introducción original del tema y la voz de Rob Tyler presentándolo y después del “motherfuckers!!!” entran ellos con una potencia digna de Propagandhi en un buen día. Muy digna y la más gritada de todas.

Eso es todo pero claro, no puedo evitar imaginarme a Ignacio Juliá o algún otro de la trouppe de Ruta 66 dicendo: “Pero es que tu no conoces la versión de los Bragueten Boys tío, una banda de Nueva Zelanda que haría que el propio Fred Sonic resucitara y se volviera a morir empalmado por la impresión. O la de los Esfínteres Dilatados de Murcia cuya versión mola más que follarse a Liz Hurley por el culo y tatuarle tu nombre en la espalda. No sabes nada, joder… vete a escuchar candombe y a comer bananas. ¿Qué tu país sudaca no produce bananas? Coño, pues ve, cómprate una y métetela ahí mismo.

miércoles, junio 02, 2004

¿Por qué me acusan, por qué me persiguen, por qué me critican?

(otro post sobre una figura menor de la prensa uruguaya y por lo tanto hermético para no-uruguayos, sepan disculpar)

Montevideo.com publica una extensa entrevista, realizada por usuarios del portal, al periodista cultural estrella de nuestro país, Gustavo Escanlar. En ella el hombre responde con sinceridad brutal a las capciosas preguntas de sus inquisidores, dejandonos en claro lo que ya teníamos claro y como muestra de cómo un punto de vista amoral puede presentarse como lo contrario. Algunas perlas destacadas.

"Nos gusta creernos nuestras propias mentiras: que el teatro uruguayo es excelente, que los escritores uruguayos son geniales, que nuestros futbolistas son maravillosos, que Tabaré desde el poder va a arreglar todos los problemas."

"Discutir 'rock uruguayo sí-rock uruguayo no' es arcaico, es antiestético, es tramposo. Y en realidad discutimos de una cosa (la identidad) cuando de lo que no nos animamos a discutir es de otra cosa, quizá más importante (las elecciones de los consumidores, el mercado). "

"Hablamos contra las multinacionales porque ninguna multinacional nos da bola, no nos considera con la calidad suficiente. Hablamos contra Tenfield porque nos fueron a ver al campito y no nos eligieron"

"La televisión es show, es espectáculo. Tiene que serlo. Y el periodismo televisivo no escapa a eso. Tiene que ofrecer 'ganchos' para que el televidente no se escape. Ese es el desafío al que nos enfrentamos semanalmente con Zona urbana: tenemos que darle al televidente las dos cosas: periodismo y diversión. Es difícil, pero es un lindo desafío."

"Hoy, y no dentro de diez años, hay dos opciones: o Uruguay inicia su camino hacia la civilización abriéndose al mundo o se cierra y se convierte en Paraguay o Colombia, un país donde la vida vale nada y la corrupción se ejerce cotidianamente en todos los estratos sociales."

"Desde el poder se están abriendo puertas peligrosas. La frase, afirmada por muchos dirigentes falsamente progresistas, de que 'si la gente tiene hambre va a salir a robar, el hambre es más violento que el robo' es el inicio del vale todo social. La impunidad con que se roba por las calles, la desidia o impotencia o corruptela de la policía, el miedo de la gente que se encierra atrás de rejas y de alarmas, los limpiadores de parabrisas en cada calle y a toda hora, nos están al fin latinoamericanizando, en el peor de los sentidos.

Si a eso le sumamos la intolerancia de dirigentes y militantes -izquierdistas, en su mayoría - que no creen, auténticamente, en la libertad, creo que el país va, con los ojos abiertos, a estrellarse contra un muro impenetrable, ilevantable.

Dentro de diez años Uruguay, y ojalá que me equivoque, va a ser la Venezuela de Chávez. Vamos hacia la aceptación de que hay ideología buena y mala, y de que la gente es buena o mala de acuerdo a la ideología que tenga. Estamos en la puerta del chavismo. Espero que no entremos. No sé si ya no entramos.
"

"Cuando terminé preparatorios no sabía qué hacer. Ya no era el mejor alumno. Era el rebelde, el guionista de la clase. Edité dos periódicos. Uno contaba, con mucha ironía, los partidos de fútbol de salón de la clase. Era el Superdeportivo. El otro publicaba fotos de compañeras, profesores y profesoras trucadas. Arriba iba la cara de la víctima y abajo el cuerpo de una chica de Divito o una mujer desnuda. La autoridad lo confiscó. Yo me hice el gil, y responsabilizaron a Peter Coates (lo perdonaron porque él siempre estuvo del lado del poder, ahora es secretario o algo así de Arana ) y al Tuco Sánchez (que tampoco sufrió un castigo muy grande, aunque no era tan alcahuete como Peter). Elbio López, el adscripto, rompió la revista -ahora sería muy valiosa - y les dijo 'aquí no pasó nada '. Cada tanto -una vez por semana , más o menos- el cura Bazzano nos sacaba de clase y nos preguntaba, después de un silencio largo y bastante incómodo... '¿vos te tocás?'. Ahí aprendí una lección que siempre me acompañó y me acompaña todavía: 'ante la autoridad, siempre negá... vos negá siempre'. Bueno, esos fueron mis comienzos. "

"Mujica: guerrillero, rehén, demagogo, carismático, marketinero.
Abdala: soldado, gran persona, ferviente defensor de las libertades.
Graciela Rompani: esposa de Pacheco, esposa del poder, cirugía plástica.
Morroni: víctima inocente, mártir, víctima inocente también del uso político que hicieron de él, títere, pobre muchacho incitado a concurrir al matadero, un ejemplo más de la irresponsabilidad de algunos dirigentes que se dicen progresistas.
"

¿Viste mvc, que no es cuestión de putearlo, su pensamiento expreso habla por sí mismo? (A cualquiera que esté de acuerdo con alguna de estas afirmaciones, que use los comments, por favor, necesito hacer esgrima)

Mirando canciones (VIII): Clarisse

Hace diez años y un par de meses yo estaba en un bar de Salvador de Bahía sentado junto a una hermosísima estudiante de comunicaciones paulista llamada Simone, con la que me había reunido por casualidad en una salida con la gente del albergue en el que estaba parando y con la que intentaba tener todo tipo de contacto por cualquier medio disponible. En el intercambio de figuritas culturales con el que trataba de establecer conversación en un momento nombré a mi grupo brasileño favorito, Legião Urbana, esperando establecer una empatía instantánea. Sin embargo Simone no pareció muy entusiasmada y me dijo que la banda le gustaba pero que Renato Russo era alguien muy… y utilizó un término que en su momento no entendí y que hoy no recuerdo. Le pregunté qué quería decir y me contestó que Russo era “legal, mais ele acredita que sabe tudo…”. Me dejó pensando, porque yo consideraba la tendencia a filosofar livianamente de Renato Russo era un mal endémico de toda la música brasileña, cosa que sigo pensando, y que Russo no era necesariamente el peor de todos. Pero a partir de ese momento no pude escuchar una canción de Legião Urbana sin pensar “ah, ahí está el conselheiro” y desdeñarla un poco. Tal vez por eso, tal vez no, fui dejando de escuchar a la banda y la muerte de Renato Russo me produjo una profunda indiferencia, excesiva teniendo en cuenta lo que me había gustado su música en otros momentos.

Así que demoro ocho años en escuchar A Tempestade, último disco de Legião Urbana publicado en vida de Russo, y seis en escuchar Uma Outra Estaçao, disco póstumo compuesto en su mayor parte por canciones que habían quedado fuera de A Tempestade. Entre estas canciones encuentro a “Clarisse”, tema que había sido excluido del disco anterior tanto por su larga duración (diez minutos y medio) como por su oscurísima letra, una historia depresiva y autodestructiva que refleja el ánimo sombrío de un Renato Russo enfermo terminal de SIDA, y que probablemente sea tanto la más inquietante de sus obras como una de las más bellas. Transcribo su asombrosamente simple letra:

Estou cansado de ser vilipendiado, incompreendido e descartado / Quem diz que me entende nunca quis saber / Aquele menino foi internado numa clínica / Dizem que por falta de atenção dos amigos, das lembranças / Dos sonhos que se configuram tristes e inertes / Como uma ampulheta imóvel, não se mexe, não se move, não trabalha /

E Clarisse está trancada no banheiro / E faz marcas no seu corpo com seu pequeno canivete / Deitada no canto, seus tornozelos sangram / E a dor é menor do que parece / Quando ela se corta ela se esquece / Que é impossível ter da vida calma e força / Viver em dor, o que ninguém entende
Tentar ser forte a todo e cada amanhecer

Uma de suas amigas já se foi / Quando mais uma ocorrência policial
Ninguém entende, não me olhe assim / Com este semblante de bom-samaritano
Cumprindo o seu dever, como se eu fosse doente / Como se toda essa dor fosse diferente, ou inexistente / Nada existe p'rá mim, não tente / Você não sabe e não entende

E quando os antidepressivos e os calmantes não fazem mais efeito / Clarisse sabe que a loucura está presente / E sente a essência estranha do que é a morte / Mas esse vazio ela conhece muito bem
De quando em quando é um novo tratamento / Mas o mundo continua sempre o mesmo
O medo de voltar p'ra casa à noite / Os homens que se esfregam nojentos / No caminho de ida e volta da escola / A falta de esperança e o tormento / De saber que nada é justo e pouco é certo
E que estamos destruindo o futuro / E que a maldade anda sempre aqui por perto

A violência e a injustiça que existe / Contra todas as meninas e mulheres
Um mundo onde a verdade é o avesso / E a alegria já não tem mais endereço
Clarisse está trancada no seu quarto / Com seus discos e seus livros, seu cansaço
Eu sou um pássaro / Me trancam na gaiola / E esperam que eu cante como antes
Eu sou um pássaro / Me trancam na gaiola / Mas um dia eu consigo resistir
E vou voar pelo caminho mais bonito
Clarisse só tem quatorze anos
.”



Para los familiarizados con Legião Urbana (y tal vez para cualquiera) el tema tiene varias sorpresas musicales; si bien en la discografía de la banda los temas largos no son extraños, existiendo algunos éxitos tan improbables como la extensa “Eduardo e Mónica” o la directamente eterna “Faroeste Caboclo”, “Clarisse” es la más repetitiva de las canciones de la banda, permaneciendo clavada en una secuencia de ocho acordes simples (D C A G Em A C G) con apenas un firulete al final de la misma. El acompañamiento es minimalista: dos guitarras acústicas doblándose y un teclado fantasmal allá lejos, en la concha de la lora. Sobre este fondo Russo canta apasionado, sin una melodía precisa, entonando libremente sobre los cambios de acorde como si fuera un cantante de jazz una letra que evidentemente no quiso adaptar a un formato más regular.

Y esta letra es inusual por varios motivos, Russo era un escritor emotivo y hábil pero, como señalaba antes, con una tendencia a filosofar y sentenciar dignas de Fito Páez y Sabina en una noche de frula, tendencia que suele afear algunas de sus más bonitas canciones. Esa característica no está ausente en “Clarisse”, pero por su escritura más tosca, directa y casi ausente de metáforas, las grandes frases de Russo parecen por una vez más exasperadas que conclusivas, delatando en cierta forma las dudas de este hombre marcado para la muerte, que personifica su furia y frustración en la historia de esta chica que se corta la piel encerrada en el baño. Hay algunos versos muy malos (“a alegria já não tem mais endereço”), pero por lo general opta por la sencilla descripción brutal de un desarreglo emocional serio y la conducta auto-destructiva que conlleva. Por supuesto que esta descripción está llena de compasión y empatía, pero eso no la suaviza demasiado.

Tal vez el mayor hallazgo de la letra sea el de dejar el dato clave, el más siniestro, que es la corta edad de la protagonista, para el final. Russo canta con toda la fuerza de sus pulmones los versos anteriores y luego agrega con cansancio ese desolador “Clarisse só tem quatorze anos.”, que re-significa toda la historia a pesar de haber sido algo sugerido antes. Porque no es lo mismo no querer vivir cuando se es, como Russo, un hombre de 36 años gravemente enfermo y debilitado que no querer vivir a los catorce, quiere decir otra cosa. Después de dar el dato uno espera que el verborrágico Russo diga algo más, saque alguna horrible conclusión, pero no, después de la frase el cantante guarda silencio y el tema sigue repitiendo su simple motivo durante tres minutos y medio más, en un arreglo absurdo pero genial que estira la melancolía de este largo tema, que parece mucho más breve al escucharlo, prolongando la impresión triste e hipnótica de la historia que Russo concluyó tres minutos y medio antes.

(Pero el mar de las connotaciones es ancho y caprichoso, y al escuchar esta canción y escribir este post más que la imagen de una chica adolescente auto-lesionándose se me impone nuevamente la imagen de otra chica brasileña -a la que no puedo dejar de mirar en mi memoria- explicándome los motivos por los que no le gusta la banda -¿le gustaría "Clarisse" y su ausencia de respuestas seguras?-, y una noche mágica del período más vital y feliz de mi vida. Un extraño efecto rebote de esta canción de sombría belleza y casi insoportablemente emotiva honestidad. Vida louca vida, ¿no?; mirá recién ahora me entero que Renato se murió)

martes, junio 01, 2004

Fan de Scorpions



Esta es la portada de Scorpions de la que departíamos en los comments del post anterior.

A ver chicos hábiles con el Photo Shop, sustituyan la cara de la chica por la del inefable Adrián Dárgelos y consigan una posmoderna imagen desfachatada para alegrar a sus amigos y des-erotizar para siempre esta poco políticamente correcta fotografía.

(Addenda: keso recoge el guante y, si siguen las instrucciones presentes en su blog, pueden ver el sorprendente resultado. Sería ideal para la tapa del próximo tema de difusión de Infame)

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]